Trece horas sobre una piragua para triunfar en Argentina

Carlos García, palista de Los Gorilas de Candás, acaba de ganar en su categoría la regata del río Negro en Patagonia

Carlos García, en un momento de la prueba  en el río Negro. | R. A. G.-O.

Carlos García, en un momento de la prueba en el río Negro. | R. A. G.-O. / Alicia García-Ovies

Alicia García-Ovies

Los Gorilas de Candás ya figuran en el palmarés de la regata internacional del río Negro, que se disputa en la Patagonia (Argentina). El palista Carlos García se alzó recientemente con la victoria en categoría K1 Máster C después de siete durísimas etapas, 230 kilómetros y más de trece horas y media sobre la piragua.

"La primera etapa es la más dura porque no estás acostumbrado al calor. Te das de frente contra el río y es durísima", explica. Por suerte, para la segunda "nos adelantaron la salida a las nueve de la mañana. Aún así, llevaba dos litros de agua y hubiera bebido más".

El río en el que se disputa la prueba es "bastante ancho, lleva mucha corriente. Tienes que buscar la zona por donde va más rápido y tener cuidado con las corrientes laterales, que pueden lanzarte contra las rocas. Hay que manejar rápido el timón y no dejar de remar para que el barco tenga velocidad y puedas esquivar lo que vaya surgiendo. Y, sobre todo, anticiparte lo máximo posible", explica el piragüista.

A pesar de todas estas dificultades, el asturiano logró hacerse rápido con la dinámica de la prueba. "A partir de la tercera etapa ya me distancié más del segundo y pude ir más tranquilo. Disfrutando del paisaje, que es espectacular. Es un río muy bonito, muy navegable. He tenido tiempo de ver cosas espectaculares", asegura Carlos García.

La experiencia le ha supuesto, además, un importante enriquecimiento personal. "He conocido muchísima gente, aquí son muy hospitalarios", agradece. Tuvo la suerte de estar acompañado por personas como Enmanuel Carnicero, con experiencia en la prueba.

El interés por cruzar el charco para disputar la prueba le nació a García hace varios años, aunque no fue hasta ahora cuando sus circunstancias personales le permitieron hacer las maletas y coger el avión. Asturianos como Walter Bouzán y Álvaro Fernández Fiuza lo hicieron ya antes que el candasín.

"Es un viaje que requiere planificación y tiempo". No solo, explica, porque la carrera dure ocho días, sino por los largos desplazamientos. Por ello, en cuanto tuvo la oportunidad, no lo dudó. "Es una aventura. El barco te lo dejan, porque no puedes venir con él, y es distinto a los que tenemos en Europa. Necesitas un par de días para entrenar y adaptarte", relata.

Ahora, con la prueba superada y un triunfo más en el palmarés, el asturiano disfruta de sus últimos días en Argentina antes de poner de nuevo rumbo Asturias y celebrar el triunfo en casa, con Los Gorilas.

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