Pesar en Grado por la muerte del empresario Vidal Fernández: "Ha sido un ejemplo para todos los emprendedores"

"Era muy trabajador y buena persona", subrayan quienes trataron al industrial moscón, dueño del palacete indiano de Cimadevilla, fallecido a los 81 años

Vidal Fernández, en las escaleras de su palacete de Grado.

Vidal Fernández, en las escaleras de su palacete de Grado. / Sara Arias

El empresario moscón José Vidal Fernández Fernández falleció este domingo en su casa de Grado a los 81 años de edad. El multifacético industrial, centrado especialmente en los sectores recreativo e inmobiliario, siempre tuvo un gran reconocimiento por llevar a buen puerto cada negocio que emprendía. Un éxito empresarial a base de mucho trabajo e iniciado desde abajo, que le llevó a cumplir uno de los sueños de su vida, comprar el palacete indiano de la calle Cimadevilla. Era una persona muy querida en su tierra y siempre estaba dispuesto a colaborar en cualquier iniciativa del concejo.

"Era uno de los mayores emprendedores de la historia reciente de Grado. Muy trabajador, buena persona y muy apreciado por todos los moscones. Era un empresario con mayúsculas", señaló el cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, quien además es familiar de Vidal, como era conocido por todos. "Lo lamento mucho", añadió afectado.

La figura del empresario moscón se forjó a base de esfuerzo y visión de negocio. Comenzó a trabajar muy joven repartiendo leche y, poco a poco, a base de empresas de diversa índole, principalmente en los sectores recreativos e inmobiliario. "Se va una de las personas que suman en un municipio", destacó, por su lado, el alcalde, José Luis Trabanco.

"Era un gran emprendedor pero, además, era una persona que siempre colaboraba con el Ayuntamiento. En 2015, cuando accedimos a la Alcaldía, vino a verme y se puso a disposición en todo lo que él pudiera. Era de los que siempre ayudaban en lo que se necesitase", añadió el regidor.

Un carácter bondadoso y colaborador que también destacó el empresario moscón y amigo de Vidal Juan Antonio Fernández Coalla, propietario del Grupo TYC La Mata. "Empecé con su ayuda, siempre se portó muy bien conmigo", subrayó. Juntos han impulsado algunas líneas de negocio y Fernández destaca que "por encima de empresario, era buena persona, siempre iba con la verdad por delante y dando buenos consejos". A su juicio, Vidal era, sin duda, "un ejemplo para todos los emprendedores".

Vidal cumplió en el año 1987 uno de los sueños de su vida, tener el palacete indiano del siglo XIX que veía entre las verjas cuando era un niño entre las calles Cimadevilla, el Curato y la plaza Regino López. Además, fruto de ese ánimo emprendedor, rehabilitó una parte del inmueble como vivienda y el resto lo destinó a oficinas en alquiler, donde, en la actualidad, están implantadas varias compañías del municipio.

La pérdida ha sido muy sentida en la localidad y a este pésame también se unió el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres. "Era un empresario muy reconocido, un referente para eso que se llama ahora emprender, empezando de la nada y creando un proyecto empresarial muy potente, con mucho recorrido y muchas actividades", valoró. En su opinión, Vidal fue "un hombre hecho a sí mismo" y "un visionario". "Ese modelo de gente que empezó humildemente con trabajo y esfuerzo", concretó Paniceres.

José Vidal deja viuda, Rosa Álvarez Díaz. Sus hijos José Luis y Cándido Vidal también son empresarios, mientras que su hija Monserrat trabaja como coordinadora del departamento de Orientación en el colegio Dulce Nombre de Jesús de Oviedo. La capilla ardiente del empresario moscón se instaló este domingo en la sala número 3 del tanatorio Villa de Grado. Este lunes será despedido en la iglesia parroquial de San Pedro, a las 17.00 horas. Posteriormente, recibirá cristiana sepultura.