El emocionado adiós de Noreña a Tino Fombona: "Ya estará cantando en el cielo"

Cientos de vecinos y amigos rinden homenaje al cantante en un funeral multitudinario, con la participación de las bandas de música y de gaitas

La llegada del féretro a la iglesia, con la Banda de Música de Noreña interpretando "Mater mea". En el recuadro, Tino Fombona.

La llegada del féretro a la iglesia, con la Banda de Música de Noreña interpretando "Mater mea". En el recuadro, Tino Fombona. / L. P.

Luján Palacios

Luján Palacios

Noreña

Tino Fombona cantó en las despedidas de sus convecinos de Noreña durante décadas. Fueron cientos las ceremonias que contaron con el acompañamiento enorme y sentido de su voz, y ayer, su propio funeral se convirtió en una despedida multitudinaria. Cientos de personas abarrotaron el templo parroquial de Santa María para dar el último adiós a "la Voz de Tergal, que nunca se arrugaba", uno de los más grandes artistas que ha dado la Villa Condal, esposo, padre y abuelo amado y amante, y, sobre todo, una buena persona que nunca dejó de trabajar en favor de los demás, desprendido y generoso.

Una multitud esperó la llegada del féretro a las puertas del templo parroquial, recibido con emoción contenida, con sus hijos en primera fila de los bancos del templo y envuelto en una bandera del municipio cedida por el Ayuntamiento. Mientras, sonaban los acordes de "Mater Mea" interpretados por la Banda de Música de Noreña, que recibió a Tino ante la iglesia para brindarle una última pieza antes del adiós definitivo.

La música, como no podía ser de otra manera, jugó un papel protagonista en el funeral de Fombona. Cantaron la misa dos formaciones: el Orfeón Condal y el Coro San Roque de Lastres. En todos ellos dejó huella Fombona con su voz, y todos ellos se sumaron ayer con pesar a las honras fúnebres, con momentos de gran emoción y sentimiento, como la interpretación final de la Salve Marinera.

Asistentes al funeral por el eterno descanso de Tino Fombona.   | L. P.

Asistentes al funeral por el eterno descanso de Tino Fombona. | L. P.

Con Tino se va un artista enorme, un cantante que pasó por numerosas orquestas en la época dorada de mediados del pasado siglo, una figura artística de referencia y colaborador de incontables iniciativas culturales y deportivas. Pero con él también se va "una persona de una profunda fe que vivió toda su vida, un gran cristiano que ahora despedimos en la parroquia en la que nació y participó de tantas cosas", indicó el párroco de Santa María de Noreña, Pedro Tardón.

Quiso ensalzar el sacerdote su faceta humana, la de "esposo de María Teresa durante 72 años, padre y abuelo de una familia que fue para él su gran trofeo, junto con la música, su otro gran amor". Destacó Tardón "la simpatía que ha compartido, la entrega y el talante con el que ha vivido, la fe con la que ha conformado su vida, su amistad, la alegría que nos dio, su sencillez de vida y su fe". Todo en un tiempo en el que "domina la fachada y la superficialidad", cuando él precisamente fue ejemplo de "generosidad".

Fue la de ayer una despedida llena de cariño y emoción, con la presencia también del presidente del PP regional, Álvaro Queipo, y con la certeza de que "estará cantando ya en el cielo". Hubo un último homenaje de la mano de la Banda de Gaitas Villa y Condado de Noreña, que interpretó a la salida del ataúd con los restos mortales de Tino la marcha procesional "Balmonte".

Las muestras de respeto por quien fuera Hijo Predilecto del concejo se siguen sucediendo en Noreña. Hoy mismo se ha convocado un minuto de silencio en su memoria ante el Ayuntamiento, a las 12.00 horas, para que Tino permanezca siempre en la memoria.

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