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El pueblo de Coco (el famoso personaje de Disney) está en Asturias: esta es la aldea en la que sus 40 vecinos celebran a los muertos decorando las tumbas de tierra con flores silvestres de colores

Sin tumbas ni lápidas, se trata del camposanto más bonito y singular del Principado

El cementerio de Bandujo

El cementerio de Bandujo / IRMA COLLIN

Coco, el protagonista de la famosa película de Disney, tiene pueblo en Asturias. Existe una pequeña aldea, de unos 40 vecinos, en la que se celebra a los muertos decorando sus 27 tumbas con tierra fresca y flores silvestres de colores extraídas de su propio paisaje. Podría decirse que es el cementerio más bonito y singular de todo el Principado. Se trata de Bandujo (o Banduxo en asturiano), ubicado en el concejo de Proaza, a una hora exacta de Oviedo.

Una imagen de archivo del cementerio de Bandujo

Una imagen de archivo del cementerio de Bandujo / SARA ARIAS

Bandujo, que transporta a Suiza por sus montañas y su increíble paisaje verde, es una aldea medieval, que está considerada por la revista National Geographic como una de las más preciosas de España. Se ubica en los turísticos Valles del Oso, pero este pequeño pueblo está alejado de todo bullicio y en él se respira paz. Precisamente su aislamiento geográfico ha permitido que su patrimonio arquitectónico permanezca casi intacto hasta nuestros días.

Tesoros medievales

Entre sus tesoros destacan una torre, construida entre los siglos XI y XIII, que está declarada Bien de Interés Cultural, y un palacio y la iglesia de Santa María, también medievales. El templo es el más antiguo de todo el concejo de Proaza. Bandujo está compuesto por seis barrios y en ellos se pueden encontrar un gran número de hórreos y paneras, casas tradicionales de piedra, un lavadero, un molino... Y un peculiar cementerio, situado en una loma y asomado al barrio de El Palacio.

Sin nichos ni lápidas

Este cementario se viste de gala cada año por Todos los Santos, pero de una forma muy particular y diferente al resto de camposantos de la región. En Bandujo solo hay tumbas, en concreto, 27. Es el único cementerio de Asturias sin nichos ni lápidas. Además, ninguna tiene propietario, pertenecen al pueblo y en ellas se entierran a los del lugar y a los del cercano Falgueras.

Pese a su limitado número de tumbas, en Bandujo no tienen problema con el espacio. Cuando alguien muere, se saca al difunto más antiguo, sus restos se guardan en bolsas y se vuelven a enterrar junto al nuevo. Allí descansan todos los vecinos, generación tras generación, en la misma tierra. Por si fuera poco, el ataúd es comunal; se usa para transportar al fallecido y se guarda en la capilla esperando al siguiente.

Panorámica de Bandujo

Panorámica de Bandujo / FERNANDO RODRIGUEZ

Decoración festiva y alegre

Todo el pueblo colabora para mantener en buen estado el camposanto y en Todos los Santos adquiere una decoración especial. Los vecinos eliminan las malas hierbas de las tumbas, las recubren de tierra fresca y las decoran de flores de colores... Pero no vale cualquier flor. Tienen que ser de Bandujo, nada de comprarlas. Con ellas se realizan diferente decorados religiosos, que dan un toque de alegría al día de los muertos. En esta pequeña aldea de Proaza no queda ni una tumba sin decorar. Lo mismo da que no queden familiares vivos en el pueblo, sus 40 habitantes trabajan para que el cementerio luzca más bonito que nunca.

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