La diferencia entre lo ético y lo legal en muchas ocasiones resulta confusa y en otras contradictoria. La legalidad vigente ampara la existencia de los denominados cotos de turismo para la pesca del salmón, destinados a pescadores foráneos residentes fuera del estado español, por lo que nada se puede decir al respecto. Poder pescar los mejores cotos del Narcea o del Sella, en las mejores fechas, puede resultar más sencillo, y no mucho más caro, a un extranjero que a un pescador de procedencia nacional. Estos permisos, rodeados siempre de polémica y malos entendidos, me generan bastante incertidumbre y no termino de tener claro el impacto económico que generan en el entorno ribereño. Creo que es un caso típico de lo que solemos hacer en esta región: grandes ideas y ejecución mejorable. Con otro enfoque, más real y menos utópico, creo que se podría mejorar su sentido notablemente sin caer en modelos caciquiles como ocurre en Galicia con el mismo tema.
Caminando en círculos