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Flores por San Marcos

El espíritu de los noreñenses mantuvo viva la fiesta de la chacinería

Amaneció triste el pasado día de San Marcos. Nada se parecía a lo que estábamos acostumbrados en años anteriores, ni siquiera podíamos imaginar que era primavera. Las especiales circunstancias que nos trajo la dichosa pandemia nos hizo pasar a otros planteamientos más optimistas dentro del pesimismo reinante, que organizadores y corporación se encargaron de difundir con un pregón virtual. El personal se fue animando desde sus ventanas y balcones, las banderas según sus preferencias, incluso la música al gusto de cada familia, y la verdad es que al final lo lograron.

Quien sí mostraba tristeza era La Chacinera de Luelmo en su sitio a unos pasos de la farmacia. Tampoco necesitaba la incómoda mascarilla, solamente un ramo de flores aplastado en el suelo por la lluvia caída anteriormente era lo único que rompía con su estado habitual. Tampoco demostraba enfado alguno en su sereno rostro de bronce. Afortunadamente, no todo el mundo piensa igual, y en esto entra en acción Joaquina Colunga al contarle su hija el aspecto que acababa de ver en tan representativa figura en lo que debía ser el día de su fiesta, ya que ni glicinias le pudieron poner a causa de haberlas destrozado la lluvia la noche anterior.

- ¡¡Rediós, eso no se puede consentir !!

Y ni corta ni perezosa, Joaquina salió de su casa portando un florero, dispuesta a buscar solución ante aquella situación que se acababa de imaginar de una obra de arte. Y pronto apareció con unas calas blancas impolutas, inmaculadas, que de inmediato cambiaron el aspecto del rincón. Curiosamente, Joaquina, acostumbrada como nadie a los adornos florales que aún nadie mejoró, y lo digo pasionalmente, era sabedora de que las calas representan la pureza, la compasión y la belleza, incluso que dan suerte -de la que estamos necesitados- . Y dejó despachada la entrañable escultura con un mensaje para el futuro, testigo que tendrá que recoger a quien le corresponda, pues no está nada bien que en la fiesta mayor de la chacinería -lo que será la figura de la principal protagonista del gremio- no tenga ni un símbolo de gratitud en tan señalado día, si es que lo demás nos lo permite el mal que padecemos.

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