Vaya de antemano mi casi total apoyo a las medidas que a escala autonómica se están tomando en la lucha contra el coronavirus en el Principado, que están evitando, con toda seguridad, más desgracias personales y riesgos innecesarios.
Con todas las medidas de seguridad posibles, trato de apoyar a los hosteleros del Bajo Nalón, consumiendo responsablemente en sus establecimientos, pero también escucho las quejas de quienes están al frente de negocios de alojamiento, que suman meses y meses sin poder generar ingresos.
Ver a los alemanes desembarcar en Mallorca procedentes de Fráncfort y comprobar que una vecina de Llanes no pueda venir con su familia a pasar la Semana Santa a unos apartamentos rurales en Pravia, me resulta, cuando menos contradictorio.
Teniendo en cuenta además que pueden venir a comer, pero no a cenar –por el toque de queda– compartiendo espacio con más gente, a la preceptiva distancia de seguridad. Del “auf wiedersehen” alemán al “ta llueu” asturiano no hay tanto.