Viene a cuento este artículo porque hace tiempo que hemos llegado a la conclusión de que en Asturias es imposible desarrollar planes que puedan favorecer al conjunto del Principado. Dos ejemplos. Uno, cuando Pedro de Silva propuso llevar a cabo una reordenación territorial, que tanta falta hace porque no tiene sentido que sigan existiendo concejos con 200 habitantes. Y más cercano en el tiempo, existen estudios para un Plan del Área Central o Metropolitana, promovido por el anterior Gobierno autonómico, con Fernando Lastra al frente de la Consejería de Infraestructuras. Ahora, respecto a esta conurbación, el nuevo consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, también del PSOE, critica el plan del área central o metropolitana. Así no se puede llegar muy lejos.
Lo que se pretende con este artículo es recordar que Lugones, a partir de mediados del pasado siglo XX, ha sido uno de los núcleos urbanos del Principado que ha tenido un crecimiento más rápido, y hasta espectacular. En aquella época, la parroquia de San Félix, que incluye El Castro, Folgueras, Paredes y El Carbayu, contaba con un total de 1.960 vecinos. En 1970, alcanza la cifra de 4.027 habitantes, de las cuales 3.712 pertenecían al casco urbano de Lugones. Hoy, Lugones ya supera los 15.000 habitantes.
Es de sobra conocido que Lugones aparece como núcleo que encierra las características propias de un lugar de gran accesibilidad, situado en el triángulo de Oviedo, Gijón y Avilés, a tan solo 5 kilómetros de la capital del Principado, disfrutando del transporte urbano de esta y con una estación de ferrocarril que data de 1.874, fecha en la que se inauguró la línea ferroviaria entre Gijón y Pola de Lena, que nos acerca a Oviedo en 6 minutos con los trenes de cercanía. Esta estación de Lugones ya era estratégica en aquella época, como así quedó patente al poner en marcha José Tartiere Lenegre la fábrica de explosivos de Santa Bárbara y, posteriormente, en 1.895 la SIA/Fábrica de Metales, ambas desaparecidas. Considero que estos hitos han constituido el punto de partida industrial de Lugones. Luego, a mediados del pasado siglo, se produjo un crecimiento en este sentido con la llegada de la multinacional alemana Didier S.A., dedicada a la fabricación de productos refractarios, y en terrenos detrás de esta, en el año 1958, se instaló Fundición Nodular S.A. Después llegaron los polígonos de Puente Nora y el de los Peñones, y otros que circundan la parroquia.
Aunque Lugones industrialmente se ha debilitado con el cierre de la SIA, así como Fundición Nodular, la abundancia de polígonos –aun estando ubicados en Llanera, como el de Asipo, Silvota, Parque Tecnológico, aparte de otros en la carretera de Viella por la estación de ferrocarril, y el de Natalio, al lado de la Central Lechera–, permite que el flujo económico tenga su descanso en Lugones. Solo hay que comprobarlo con el aumento de viviendas, que actualmente ha vuelto a remontar, así como por el número de bancos abiertos al público.
O sea, desde mi punto de vista, resulta claro que Lugones aparece como un núcleo que encierra las características propias de un lugar privilegiado, de gran accesibilidad, situado en el epicentro de Asturias. La afirmación queda patente con el nudo de comunicación de la autopista “Y”, como se calificó en su día por catedráticos de la Universidad d Oviedo, uno de los principales de España y desde el cual se distribuye el tráfico a las principales poblaciones de la región.
Dicho todo lo cual, y para concluir, Lugones constituiría un excelente lugar estratégico como centro del posible futuro Área Metropolitana Central de Asturias. Esta conurbación la formarían 20 municipios de la zona central, que podría alcanzar una población de cerca de 900.000 habitantes. De hecho, el Alcalde ha ofrecido como centro de operaciones el edificio de tres plantas que hasta hace poco albergó la Casa de la Cultura.
