Opinión
Tiempo de castañas
Estamos en octubre y el paisaje otoñal ha recobrado precioso y singular protagonismo, las hojas dejando los árboles desnudos y las candelas de los castaños convertidas en erizos los van desprendiendo con el aire calentón. Llegarán los primeros fríos y con ellos volverán las celebres castañeras a sus lugares habituales que nos indican el acercamiento al cambio climatológico, al invierno. Me acuerdo de una diminuta máquina imitando a la del tren que se colocaba por estas fechas para pasar el invierno en Calvo Sotelo esquina a Santa Susana en Oviedo, a perrona la castaña, caliente, chamuscadita y fácil de pelar. Y deben seguir vendiéndose, así que comenzarán a llegar las portuguesas, gallegas, extremeñas, salmantinas o bercianas, porque las asturianas – que cada vez abundan menos- lo hacen con más retraso y decimos que cada vez abundan menos porque no tenemos noticias de su repoblación masiva, tal y como hacen en otros lugares, con plantones inmunes a las plagas de chancro o la tinta.
Dicen que su origen es oriental y los romanos (culpables de tantas cosas de nuestra cultura y que la denominaban "Nux Castanea", que son las que en vez de cáscara de leña la llevan de piel según Plinio) fueron los que extendieron este árbol caducifolio por el continente europeo, encontrando en el húmedo clima asturiano el perfecto aposento para su producción. Lástima que en esta tierra solamente se utilice para consumo doméstico y poco más, muy al contrario de lo que sucede en Galicia donde cuentan con Indicación Geográfica Protegida o en El Bierzo donde tienen marca de garantía, cuidan los castaños, los injertan, consiguieron eliminar las plagas que producían gusanos en el interior del fruto y así obtienen grandes producciones que venden para el consumo nacional, para el mercado italiano o para el francés. Estos últimos son auténticos especialistas en convertirlas en "marron glacé" como su nombre indica, cocidas y horneadas en almíbar con vainilla. Pues ahora, ¡asómbrense! Nos llegan unas castañas cocidas y peladas "made in China", así como suena, y que no están nada mal, pero…Castañas de la China...
Aquí, en Asturias, fue tradicional alimento rural durante muchos siglos al igual que los nabos, base de nuestro pote de berzas antes de la proliferación de las patatas y por consiguiente, salvadoras de hambrunas durante mucho tiempo. En los pueblos es alimento de cerdos que tipificaba el sabor de los jamones. Se lo escuché comentar al admirado Manolo Linares cuando los hosteleros tinetenses le entregaron el jamón de oro y en agradecimiento nos dedicó una buena retahíla a quienes presenciábamos la honorífica entrega. Manolo se despachó a su estilo diciendo entre otras cosas que desde que en el hábitat rural habían dejado de cebar los gorrinos con castañas, los jamones no sabían a nada. Así de claro.
Ahora nos quedan los amagüestos –estamos hablando de castañas no de algunos políticos- en fechas que fueron de la fiesta de Todos los Santos como encuentro de convivencia vecinal y amistosa, castañas asadas en el bombo y acompañadas de sidra dulce, que ya lo dice el refrán, "que los asturianos perdemos los dientes por beber la sidra fría y comer las castañas calientes…".
Amagüestu como el que celebran los miembros de la más antigua cofradía, La Balesquida, en homenaje a sus socios, que este producto también goza de tradición y si fue indispensable en la alimentación humana, tenemos que mantenerlo para no entrar en el lamentable camino sin retorno de los olvidos. Menos mal que aún nos queda el restaurante De Torres en Felechosa donde elaboran un puré de castañas exquisito para acompañar los platos en las jornadas de la caza, sin olvidarnos del postre que han incluido en la carta de Don Marcelo, fiel a tradiciones y conocimientos heredados y que presenta en el restaurante un postre de castañas con el almíbar muy frío cubiertas de nata montada buscando el contraste, similar al que también envasan desde hace poco tiempo los responsables de la Villa Melva, boaleses artesanos y ahora optimistas empresarios en El Berrón. En Candamo, en el Llar de Viri elaboran magistralmente un pote de castañas en perfecto maridaje con berzas y alguna patata, acompangado con embutidos caseros que nos hace revivir tiempos y sabores que creíamos perdidos.
De críos, en Hevia, para rematar cualquier comida de aquel tiempo, eran las castañas cocidas y peladas con un buen tazón de leche y para cuando pasase el tiempo de la recolección, se conservaban bien aireadas en el hórreo y quedaban mayucas, pero ya no eran lo mismo. También había niños que las llevaban a la escuela en los bolsillos de los pantalones, recién sacadas del horno para cumplir dos funciones: la alimentaria y la calorífica. No había quemaduras importantes en tan delicados sitios…
Tiempo de frío, tiempo de castañas. Esperemos que desde la Administración pública se preocupen de mantener esta tradición, se planten más castaños, se injerten y proliferen como antaño, pues donde antes había este árbol, es fácil encontrarse hoy con algún pino o algún abeto, en cambio los chinos continúan fieles a su tradición… n
Suscríbete para seguir leyendo
- Un aguacero de gran intensidad deja negocios inundados, calles cortadas y contenedores flotando en Avilés: 'Esto parecía como una pequeña dana
- El duro relato de la familia de la joven apuñalada por su cuñada en Candamo: 'No podíamos con ella entre cuatro
- Tomasín está 'de viaje' a Luarca para renovar su DNI y rechaza volver a casa: compró chorizo, jamón y callos en Obona para seguir su camino
- Drama en Oviedo: herido muy grave un hombre de 35 años tras recibir el impacto de una rama
- El mercadillo navideño más bonito de Asturias: último año para disfrutarlo tras los últimos cambios
- Asturias estrena su árbol de Navidad más alto y no estará en el centro de la localidad: el gran símbolo de bienvenida navideña a la entrada de la ciudad
- El mercadillo de Navidad rural más bonito de Europa está en el norte de España: una villa a hora y media de Gijón que se ilumina con 500.000 bombillas
- El multimillonario proyecto para impulsar el deporte en Oviedo que empezará a tomar forma 'en semanas
