Mario F. Fraga: "Si una embarazada fuma, se queda grabado en los genes del hijo"

"Estudiando el ADN de una persona de 60 años se puede saber si se gestó en condiciones nutricionales adecuadas", indica el investigador

Mario Fernández Fraga y María Fernández, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA.

Mario Fernández Fraga y María Fernández, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA. / Luisma Murias

María José Iglesias

María José Iglesias

El divulgador y escritor Juan Eslava Galán visita el Club esta tarde, a las 19.30 horas, para hablar de la Historia de Roma, tal como la relata en su nuevo libro. Eslava Galán conversará con Rosa Cid, historiadora, catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Oviedo. La entrada es libre hasta completar el aforo. Pocas civilizaciones son tan fascinantes como la romana, dos mil años después el legado de Roma es la base de la cultura occidental.

"Lo que ingiere la madre queda reflejado en los genes del hijo y eso se pone de relieve al estudiar el ADN, hasta el punto de que si una mujer fuma durante el embarazo la repercusión de ese acto queda grabada en los genes del bebé". Así lo explicó ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA Mario Fernández Fraga, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ofreció una charla dentro del Ciclo de Otoño del CSIC.

A Mario Fernández Fraga lo presentó María Fernández, delegada institucional del CSIC en Asturias, que destacó la amplia trayectoria del investigador, destacado por sus investigaciones de impacto internacional en el campo de la epigenética. En la actualidad, dirige el Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN-CSIC), dependiente del CSIC, el Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo. A su vez, forma parte del Instituto Universitario de Oncología del Principado (IUOPA).

"La condición metabólica de la madre se queda en su descendencia; al estudiar el ADN de una persona de 60 años podemos saber si se gestó en condiciones adecuadas", señaló el científico, que hizo hincapié en la incidencia de los factores externos, capaces incluso de modificar los genes. "Hasta las dietas que se hacen durante la vida adulta son capaces de modificar los genes, con un cierto efecto rebote. Cuando se deja una dieta negativa, una parte de las consecuencias son reversibles", indicó.

Mario Fernández Fraga explicó que el cuerpo humano renueva de forma regular casi todas las células de su organismo, para ello las células se dividen dando lugar a dos células hijas. "Durante ese proceso pueden producirse errores que dan lugar a la formación de alteraciones genéticas. Factores externos como el tabaco o la radiación solar, entre otros muchos, incrementan la probabilidad de que este tipo de errores tengan lugar", recalcó. Además, añadió que estas alteraciones genéticas no se transmiten a la descendencia.

El reloj epigenético

La edad cronológica no siempre coincide con la biológica, que depende en gran medida de factores externos. Si una persona de 52 años tiene su reloj genético ajustado aumentará su esperanza de vida", explicó el profesor Fernández Fraga. El primer reloj epigenético fue desarrollado por Steve Horvath, profesor de genética humana y de bioestadística en la UCLA (California).

Fernández Fraga aludió al caso de la famosa oveja "Dolly", el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta. Sus creadores fueron los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell, del Instituto Roslin de Edimburgo. "Se murió muy joven y con muchas patologías asociadas a la artrosis. Eso ocurrió porque venía con la mochila genética de la madre; cuando se clona un individuo también se lleva la carga epigenética", resaltó.

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