Ignacio F. Mata: "Podremos llegar a ralentizar los síntomas del Parkinson"

El biólogo ovetense, que investiga en Cleveland, destaca el alto componente genético de una enfermedad neurodegenerativa que padecen 4.100 asturianos

De izquierda a derecha, José María Ordóñez, Víctor  Manuel Rodríguez, Beatriz López,  Ignacio Fernández, Renée Ribacoba, Juan  Gómez, Juan Castilla, Victoria Alonso, Olalla Fernández, Sergio Pérez, Daniel Vázquez, Elena Sánchez, Lorena de Mena y Eva Pando, ayer en el Club.

De izquierda a derecha, José María Ordóñez, Víctor Manuel Rodríguez, Beatriz López, Ignacio Fernández, Renée Ribacoba, Juan Gómez, Juan Castilla, Victoria Alonso, Olalla Fernández, Sergio Pérez, Daniel Vázquez, Elena Sánchez, Lorena de Mena y Eva Pando, ayer en el Club. / Luisma Murias

María José Iglesias

María José Iglesias

Oviedo

"Durante muchos años se pensó que la enfermedad de Parkinson era ambiental y ahora sabemos que hay mas de 30 genes que pasan la enfermedad y 150 genes diferentes asociados a ella". Lo dijo ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA Ignacio Fernández Mata, uno de los científicos beneficiados en su día por la beca que concede la Asociación Parkinson Asturias, actualmente investigador sobre la genética de este trastorno neurológico en la Cleveland Clinic Foundation, donde trabaja para lograr terapias génicas que combatan la enfermedad.

Hoy, como cada 11 de abril, se celebra el día mundial del mal neurodegenerativo que padecen 4.100 asturianos. Con ese motivo, el Club se llenó de público durante un acto auspiciado por la Asociación Parkinson Asturias, destinado a resaltar la investigación que se lleva a cabo gracias a las becas que promueve la entidad. "Uno de los problemas para encontrar una cura para el Parkinson es que hay muchos genes implicados en ella", señaló Fernández Mata, autor y coautor de más de 70 artículos sobre el Parkinson. "Las mujeres tienen menos probabilidad de desarrollar la enfermedad, pero en ellas se manifiesta de manera mas agresiva", indicó Fernández Mata, cuyo laboratorio es centro de referencia para científicos de todo el mundo. "La genética puede jugar un papel muy importante", recalcó el investigador ovetense, que busca una medicina personalizada para el Parkinson, como se hace con el cáncer. "La biología es la parte más importante si queremos parar la evolución degenerativa", remarcó Fernández Mata. "Deshacernos de la enfermedad va a ser difícil , pero si podremos ralentizarla 10 o 15 años, para que las personas puedan vivir sin síntomas", aseguró.

"Nuestro deseo es conseguir la curación, y mientras tanto, el mayor alivio posible", señaló José María Ordóñez, presidente de la Asociación Parkinson Asturias. Víctor Manuel Rodríguez , subdirector de Organización de Servicios Sanitarios del SESPA y Beatriz López Muñiz, gerente del Área Sanitaria IV, destacaron la necesidad de seguir poniendo recursos al servicio de los pacientes. Eva Pando Iglesias, directora de la Fundación Caja Rural, puso de relieve la colaboración de la entidad con la beca, que financia por primer año. Los jóvenes investigadores Olaya Fernández, Juan Castilla, Daniel Vázquez, Sergio Pérez, Elías Cuesta, Juan Gómez de Oña, Lorena de Mena, y Elena Sánchez, agradecieron la posibilidad de investigar gracias a la beca de la Asociación. Les presentó Victoria Alonso, responsable del Laboratorio de Genética Molecular del HUCA. Cerró el acto la neuróloga Renée Ribacoba, pieza clave en la puesta en marcha de la beca y ejemplo de dedicación a los pacientes.

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