Amelia Valcárcel: "Leer ‘La Regenta’ le quita la inocencia a cualquiera"

"Me molesta la versión dulzarrona de la novela, que en realidad habla de la víctima de un orden de cosas deplorable", señala la filósofa

Por la izquierda,  Ana Cristina Tolivar, Amelia Valcárcel, Marisa Manchado, Begoña G. Tamargo y Carmen Noheda.  | LUISMA MURIAS

Por la izquierda, Ana Cristina Tolivar, Amelia Valcárcel, Marisa Manchado, Begoña G. Tamargo y Carmen Noheda. | LUISMA MURIAS

María José Iglesias

María José Iglesias

Oviedo

"‘La Regenta’ es una novela muy dura, leerla le quita la inocencia a cualquiera; se burla hasta de las misiones de los santos padres jesuitas, incluso de su forma de hablar y relata cómo Vetusta y sus habitantes se quedan encerrados en sí mismos".

La filósofa Amelia Valcárcel, autora del libreto de la ópera que recrea la obra de Clarín, confesó ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA, que ha vivido durante años obsesionada con llevar al género operístico la novela. "La Regenta" es el segundo título del XXXII Festival de Teatro Lírico Español del Teatro Campoamor, y que volverá a representarse hoy, tras el estreno el pasado jueves.

"Cuando Amelia Valcárcel me propuso hacer la partitura le dije que me parecía imposible, por la gran complejidad de la novela", señaló la compositora Marisa Manchado, autora de la música, que al final sucumbió ante la insistencia de la filósofa y ex consejera de Estado.

"Me molesta esa versión dulzarrona de ‘La Regenta’ que prolifera ahora, cuando se trata de un libro que habla de la víctima de un estado de cosas deplorable", recalcó Valcárcel, que llevaba exactamente tres décadas acariciando el sueño de ver a Ana Ozores y al Magistral Fermín de Pas, cantando en el escenario. "La idea se me ocurrió cuando vi la versión de Gonzalo Suárez. Una obra así no es para cine ni para televisión, la ópera le aporta música y la pone en otra dimensión", aseguró.

"‘La Regenta’ es con ‘El Quijote’, una de las grandes novelas en castellano, no es de Oviedo, es universal, aunque Oviedo sea su casa", indicó Marisa Manchado, en el acto en el que también intervinieron la musicóloga Carmen Noheda y la profesora de canto Begoña García Tamargo, directora artística de La Castalia.

"En realidad, Clarín no quería hacer una novela sobre el adulterio, pero necesitaba una historia para describir aquella sociedad clerical cerrada, con un ambiente opresivo", concluyó Valcárcel.

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