Manuel Espinosa: "Las bacterias se comunican, tienen vida social"

Las bacterias se comunican entre ellas y tienen una particular "vida social". La pista la dio un calamar luminiscente que vive en aguas poco profundas en Hawai. Los científicos descubrieron que la emisión de luz depende de que haya un número suficiente de bacterias para provocarla.

Lo explicó ayer en el Club del periódico Manuel Espinosa, científico del CSIC, doctor en Ciencias Biológicas y responsable de Cultura Cientifica en la Estación Experimental del Zaidín (Granada). Espinosa protagonizó una conferencia del ciclo "Qué sabemos de...?", en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Introdujo la charla María Fernández, delegada institucional del CSIC en Asturias, que destacó la labor de los cinco centros de la entidad presentes en la región. "A las bacterias se las consideraba organismos unicelulares que aprovechaban los nutrientes para multiplicarse y, en algunos casos, causar infecciones. Hoy sabemos que cuentan con un amplio repertorio de herramientas que les permiten sobrevivir hasta en ambientes casi imposibles para otras formas de vida", explicó el especialista en microbiología.

"Las bacterias causan complicaciones en implantes y prótesis: una pequeña contaminación de estos materiales acaba dando lugar a infecciones", destacó Espinosa, que alertó de los riesgos de la colonización bacteriana. "Una superficie con nutrientes, líquido y temperatura constante es caldo de cultivo para que los patógenos formen biopelículas". Ese "biofilm" es el que reduce la eficiencia de los antibióticos, uno de los problemas más habituales en la actualidad, señaló el especialista.