Fernando Rivero: "Nos preocupa el aumento de accidentes en el monte"

"El triunfo de Fernández Ochoa en Sapporo, en 1972, trajo un furor por el esquí que nos hizo más necesarios", señala el capitán, destinado en Jaca

Por la izquierda, Francisco Javier Puerta, Concepción Méndez, Fernando Rivero, Pablo Villabrille, Steven Alejos, Marc Sendra y José Ángel Rodríguez Getino.

Por la izquierda, Francisco Javier Puerta, Concepción Méndez, Fernando Rivero, Pablo Villabrille, Steven Alejos, Marc Sendra y José Ángel Rodríguez Getino. / Fernando Rodríguez

María José Iglesias

María José Iglesias

Oviedo

"La Guardia Civil de Montaña nació en Los Pirineos en 1967 y llegó a Mieres en 1974. Desde entonces, los especialistas han practicado cientos de rescates, la inmensa mayoría con un buen final. Ahora nos preocupa el aumento de accidentes que ocurren en la montaña". Así lo explicó ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA el capitán Fernando Rivero, destinado en el Área de Instrucción y Doctrina del órgano central del Servicio de Montaña en Jaca (Huesca), a quien presentó José Ángel Rodríguez Getino, vicepresidente de la Hermandad de Amigos del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil en Asturias (Habecu).

"Los guardias de Mieres llegaban en tren al pueblo de Pajares y subían caminando hasta la estación de esquí", relató Fernando Rivero, que realizó un exhaustivo repaso por la historia de uno de los cuerpos más queridos en España, desde que en marzo de 1967 naciese la especialidad de esquiador-escalador en la Guardia Civil. Ese mismo año se crearon las primeras unidades y a Asturias no se le asignó ningún grupo. "En 1982 ocurrió el primer accidente con víctimas mortales en un rescate con helicóptero, en los Picos de Europa y en 1984 llegó el primer perro especializado en búsquedas en avalanchas", señaló Fernando Rivero, que destacó otros hitos como el primer rescate en espeleología en en el que la Guardia Civil actuó de forma autónoma, en los Picos de Europa en 2005. Los especialistas lograron sacar de la cueva el cuerpo de un espeleólogo hungaro. De aquella experiencia nació la nueva especialidad de microvoladuras. Fernando Rivero destacó el papel de los asturianos en el Greim y mencionó al capitán Pablo Vilabrille, jefe del área de montaña de Cangas de Onís, ayer presente en el Club y al l guardia Bernabé Aguirre, histórico esquiador y escalador. El cuerpo de Montaña ha ido evolucionando con la sociedad española. Rivero relató como el triunfo de Paquito Fernández Ochoa en Sapporo (1972), provocó un auténtico furor por el esquí, sobre todo en Segovia y Madrid. "El aumento de las actividades al aire libre trajo la necesidad de rescatar a personas accidentadas o extraviadas en áreas de montaña", resaltó.

Equipo de competición

"El Órgano Central, con sede en Jaca cuenta con un equipo de competición de fondo –biatlón y un Equipo de esquí alpino", explicó el capitán Rivero, ante un nutrido público en el que se encontraban el coronel Francisco Javier Puerta, jefe de la Guardia Civil en Asturias y la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Oviedo, Concepción Méndez.

En la década de 1980 comenzó en el Pirineo una intensa actividad de barranquismo, que requirió la evolución de los especialistas de montaña. A principios de la década de 1990 su actividad se extendió a cavidades subterráneas.

Los guardias civiles también se especializaron en rescates en el medio acuático. Debido a la dificultad orográfica de las zonas de actuación, las acciones de rescate en Asturias y en el resto de España se realizan frecuentemente en colaboración con el Servicio Aéreo de la Guardia Civil. n

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