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Sanhuesa: "No existe neutralidad ante Verona y sus amantes"

"De Italia nadie sale nunca indiferente", asegura la profesora de Musicología de la Universidad de Oviedo

De izquierda a derecha, Celestino Varela, Marcos Suárez, Adolfo Domingo, María Sanhuesa y Javier Calzadilla, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA.  | FERNANDO RODRÍGUEZ

De izquierda a derecha, Celestino Varela, Marcos Suárez, Adolfo Domingo, María Sanhuesa y Javier Calzadilla, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA. | FERNANDO RODRÍGUEZ

María José Iglesias

María José Iglesias

OVIEDO

Marcelo Gullo, escritor, especialista en Relaciones Internacionales y divulgador de la historia de España y América, visita el miércoles el Club, en el marco de las Jornadas Astur-Americanas de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF). Le presentará Ángeles Rivero, directora general de LA NUEVA ESPAÑA. Moderará el acto Felipe Díaz de Miranda, presidente de la SOF. Marcelo Gullo es el creador de la teoría de la insubordinación fundante.​ Actualmente es asesor en materia de relaciones internacionales de la Federación Hispanoamericana de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FLATEC) y asesor de la vicepresidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Argentina.

El viernes llega al teatro Campoamor la historia de Romeo y Julieta, la joya shakespeariana que, tras pasar por los filtros del lirismo francés de Charles Gounod, aterriza en la Temporada de Ópera de Oviedo. "Estamos ante un amor sin desarrollo, pero eterno", aseguró en el Club LA NUEVA ESPAÑA la musicóloga María Sanhuesa Fonseca, a quien presentó Adolfo Domingo, responsable de Publicaciones de Ópera de Oviedo.

"Los amantes de Verona son personajes jóvenes que mueren muy jóvenes", explicó Sanhuesa, quien lejos del análisis puramente musicológico, abordó la ópera desde su construcción narrativa y simbólica. Para ella, Romeo y Julieta no son tanto personajes como símbolos de una pasión imposible que ni siquiera acaba con la muerte de los protagonistas .

"Son un mero proyecto. No llegan a vivir, pero en su truncamiento encuentran su eternidad. Y con ese destino tan bellamente fatal, Gounod compone una partitura llena de melancolía y dulzura, donde cada dúo amoroso es un eco de lo que pudo haber sido", indicó la conferenciante.

En su charla, Sanhuesa se refirió al influjo irresistible de Italia, "de donde nadie sale nunca indiferente". Shakespeare sucumbió a la historia de los amantes y Gounod, como tantos otros artistas europeos del siglo XIX tampoco pudo escapar a ese "hechizo de Italia". El país y sus pasiones desbordadas, sus balcones, su catolicismo trágico, todo ello empapa la ópera. "No hay neutralidad ante Verona y sus amantes. La historia nos toca porque todos reconocemos en ella el anhelo de un amor sin concesiones, aunque sea breve como una vida interrumpida". El acto finalizó con un recital del pianista Marcos Suárez, que interpretó Romanzas de Gounod.

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