Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Alfonso del Río: "Solo la belleza calma las tormentas interiores"

"Vine a Oviedo con la intención de encontrarme a solas con el edificio del antiguo Hospicio Real", señala el autor de "El enigma de Anne Wallace"

Alfonso del Río y Juncal Herrero, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA . | LUISMA MURIAS

Alfonso del Río y Juncal Herrero, ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA . | LUISMA MURIAS

María José Iglesias

María José Iglesias

Oviedo

"Las personas que estudiaban y vivían en el antiguo Hospicio Real de Asturias, entre esas paredes que hoy albergan un hotel, encontraban allí el último refugio de un mundo con reglas; al salir, esa protección desaparecía. Vine a Oviedo con la intención de encontrarme a solas con mi edificio, y lo he conseguido".

Así evocó Alfonso del Río su relación con el emblemático inmueble ovetense –hoy hotel de la Reconquista–, escenario principal de su regreso literario. El jurista bilbaíno y narrador de suspense presenta "El enigma de Anne Wallace" (Grijalbo), una novela ambientada en los premios "Princesa de Asturias", "el acto social y cultural más importante de España", como subrayó ayer durante su intervención en el Club LA NUEVA ESPAÑA.

El autor propone un sofisticado juego de espejos entre la razón y el misterio. En el centro de la trama brilla y desconcierta Anne Wallace, "la mejor pianista del mundo", una mujer genial, excéntrica y profundamente humana, que recibe uno de los galardones. "Anne se convierte en el alma de una historia donde el arte, la locura y la belleza conviven con el miedo y la sospecha", explicó del Río, acompañado por la periodista Juncal Herrero.

La novela arranca en 1987, durante la entrega de los Premios, cuando Wallace, de 35 años, recibe el galardón. La celebración se torna tragedia cuando una explosión sacude el hotel y la artista pasa de homenajeada a sospechosa principal. A partir de ahí, la trama se despliega como una clásica "novela de habitación cerrada", con la música como hilo conductor de una investigación llena de giros.

El personaje de Anne Wallace nace de la fascinación de Alfonso del Río por las mentes excepcionales, en este caso la de una mujer con trastorno del espectro autista . "La protagonista dice que solo la belleza es capaz de calmar sus tormentas interiores, y yo también lo creo. En cada libro hay un esfuerzo enorme, pero lo que lo sostiene es la búsqueda de esa belleza", señaló el autor, padre de cinco hijos y triatleta.

Del Río confesó haberse inspirado en figuras reales vinculadas a los Premios, especialmente en Eduardo Chillida y en su esposa, Pilar Belzunce, "sin la cual Chillida no habría sido quien fue". El escritor ha enviado ejemplares de su nueva obra tanto a la Fundación Princesa de Asturias como a la Casa Real.

Tracking Pixel Contents