Revuelta contra un "okupa violento" en Cancienes: los vecinos tapian el edificio y la Guardia Civil tuvo que sacar al hombre de dentro

La acción vecinal ha logrado, aseguran en la zona, que el hombre conflictivo se marche: "Ahora viviremos tranquilos"

Revuelta contra un "okupa violento" en Cancienes: los vecinos tapian el edificio y la Guardia Civil tuvo que sacar al hombre de dentro

A. Domínguez / Ch. García

Cancienes

Conatos de incendio, lanzamiento de objetos a la carretera, amenazas de agresión... Esas fueron algunas de las situaciones que experimentaron durante los últimos meses algunos vecinos de Cancienes (Corvera) a causa de un "okupa molesto" que fue expulsado este fin de semana después de que quienes denuncian esas alteraciones en el vecindario tapiasen la ventana por la que se adentraba en el edificio.

La vivienda se ubica en la entrada a Cancienes desde Avilés, poco antes del desvío hacia el camino del Rodriguero. En los últimos meses, el hombre accedía a la vivienda a través de una ventana ubicada en los bajos de la fachada, puesto que el portal se encuentra completamente tapiado por riesgo de derrumbe del inmueble. Este domingo, "hartos" de la incómoda situación, algunos residentes de la zona decidieron bloquear con barrotes el recoveco aprovechando que el okupa, según ellos, se encontraba fuera. Sin embargo, una llamada del mismo ocupante del inmueble, según confirman fuentes de toda solvencia, alertó de que le habían encerrado en el edificio tras tapiarle el acceso. La versión de los vecinos difiere y alegan que, cuando quiso regresar a la vivienda, accedió por otro hueco trasero tras ver bloqueado el que usaba habitualmente. Comentan, igualmente, que el okupa se mostraba "un poco violento" tras encontrarse con los barrotes.

Sea cual sea la versión correcta, tras la llamada de alerta se personó en el lugar la Guardia Civil, que acabó requiriendo a los bomberos. Algún vecino les indicó que había un acceso oculto en la parte trasera por donde podía salir el okupa supuestamente atrapado, pero los agentes encargaron a los bomberos que abriesen hueco entre los barrotes de la ventana baja bloqueada. Por allí salió el hombre que, según los vecinos, recogió sus cosas, las guardó en bolsas de basura y se marchó en dirección a Avilés.

"Antiguamente vivían varias familias dentro, pero hará cuatro o cinco años que las echaron porque la casa se puede caer en cualquier momento", detallaron los vecinos del lugar, que explicaron que, tras marcharse el "okupa conflictivo", se dejó caer por allí uno nuevo. Sin embargo, en este caso, es una persona conocida en la parroquia, cuya familia "vive en la zona", pero que "no tiene problemas con nadie y simplemente no tiene dónde ir".

La puerta de la vivienda, anteriormente anulada por riesgo de derrumbe.

La puerta de la vivienda, anteriormente anulada por riesgo de derrumbe. / C. G.

Respecto al okupa "violento" expulsado, los residentes en Cancienes, que reclaman su derecho a "vivir tranquilos", aseguran que "cada poco venía la Policía, la Guardia Civil, los bomberos... Pero nunca hacían nada porque decían que no podían actuar". Además, también confiesan haber pasado "cierto temor" con su ya exvecino. "En una ocasión, amenazó con matar a la señora de al lado. En otra, provocó un incendio que casi nos quema vivos a todos. Estamos mucho más tranquilos sin él", detallan.

Y agregan: "Varias personas tienen hijos pequeños. No es una persona que esté bien, cualquier día podría haber hecho una locura". Igualmente, cuestionan la "falta de interés" por evitar la entrada de personas al inmueble declarado en ruinas. "¿Por qué tenemos que ser nosotros quienes lo cerremos? ¿No van a hacer nada hasta que algún día pase una desgracia? Es una vergüenza", expresó un residente de Mora, como se conoce a este lugar de Cancienes.

Por el momento, afirman, dormirán "tranquilos" tras la marcha del okupa: "Lo mejor que nos podía haber pasado es que se fuese lejos. Si vuelve, esperemos que no pueda entrar de nuevo", concluyen.

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