"Manzanina" y "Sidra", las dos figuras gigantes que arderán en la noche de San Juan en Trasona (junto a 2.300 kilos de madera)

"Da mucha pena, pero es una satisfacción ver a la gente boquiabierta", afirma Mónica Álvarez, encargada de erigir las esculturas que se quemarán en Corvera

El artesano Alberto Colino y Mónica Álvarez, con «Manzanina», en el taller de Las Arobias. | C. G.

El artesano Alberto Colino y Mónica Álvarez, con «Manzanina», en el taller de Las Arobias. | C. G.

Las Arobias

Las hogueras de la noche San Juan representan la purificación, el renacimiento, la esperanza. Tal y como marca la tradición, se debe escribir en papeles los grandes deseos que se tienen para el futuro o aquellas cosas que, por la razón que sea, se quieren dejar atrás y lanzarlos así al fuego transformador y renovador. Es común que, en las noches de celebración y a escasos minutos de prender las hogueras y de lanzar los escritos, se vea a muchas personas apurando su decisión, analizando si lo que se va a escribir es realmente lo que se desea.

Eso es algo que no le pasará a Mónica Álvarez, artesana encargada de erigir las dos "fogueras" para la noche de San Juan en Corvera. Álvarez, que trabaja a destajo desde hace dos meses para tener a punto las figuras de enorme tamaño, ha sido previsora: "Mi deseo lo tengo metido en el tonel. Lo he dejado escrito y dentro de la figura, así ya está hecho y arderá con él".

Ese tonel al que se refiere Álvarez es el gran atractivo para la noche del fuego, una enorme escultura con forma de barril de sidra que contará con una botella de la tradicional bebida asturiana en la parte superior inclinada en la parte superior desde la que saldrá, a modo de escanciado, un hilo de plata que caerá sobre un vaso sidrero. A esta "foguerona", de nombre "Sidra", le acompaña "Manzanina", la "foguerina" para los más pequeños, con forma de manzana roja. Estas dos figuras arderán junto a más de 2.300 kilos de madera -troncos y palés- en la noche del 23 al 24 de junio en el área recreativa del embalse de Trasona. A escasos tres días de la fecha, Álvarez sigue dándolo todo en su taller ubicado en el polígono de Las Arobias, en Avilés, rodeada de infinidad de construcciones festivas, como carrozas de los Reyes Magos o de Antroxu de la peña "Si lo sé no bajo", entre otros elementos.

Las claves del trabajo

"Llevo ya unos dos meses trabajando en esto. Son piezas muy grandes, de un gran volumen, y requiere una gran dedicación", declara Iglesias, para quien el sofocante calor de los últimos días no hace más que complicar las labores. "Y así, desde las ocho o nueve de la mañana hasta las siete de la tarde", bromea la artesana, mientras se seca algo de sudor de la frente para poder seguir con la labor del momento: lijar con un cúter el contorno del vaso de "Sidra".

Mónica Álvarez ultima los detalles de una de las hogueras. | C. G.

Mónica Álvarez ultima los detalles de una de las hogueras. | C. G.

Sobre las dificultades que conlleva trabajar con figuras tan grandes, Álvarez apunta sin dudar a que la mayor complejidad no es tanto el escalar la pieza, sino el dibujo previo que se realiza en el suelo. "Es mucho más difícil", señala la artesana. Respecto a los puntos donde más atención se ha de poner, Álvarez comenta que lo más importante es poner atención a las letras "para que queden todas igualadas" y que, tras espumarlo, no quede ni un sólo poro. "Lijar es muy importante", añade Álvarez, que explica que "si no se realizan proyecciones, es muy fácil ver imperfecciones en la figura".

En el apartado de los cuidados, más aún cuando se trabaja con las manos y con herramientas afiladas como los cúter, Álvarez recalca la importancia de la prevención y de trabajar con seguridad pero también con precaución.

Pero no solo para San Juan trabaja Iglesias, que normalmente lo hace junto a Alberto Colino. Ambos también erigieron otras esculturas o figuras especiales, como las carrozas de Pascua de Avilés. Este año sacaron adelante el aparato del Conservatorio Julián Orbón, que además fue indultado. Sobre el nivel de las carrozas del Antroxu y de Pascua, Álvarez no duda en señalar que el nivel "es cada vez más alto".

Dentro de unos días, el trabajo ininterrumpido durante dos meses será polvo y ceniza. Las dos construcciones realizadas por Álvarez y Colino serán pasto de las llamas en el embalse de Trasona y la artesana confiesa lo que se siente: "A mí me da mucha pena, pero es una satisfacción porque ves a la gente con la boca abierta. Es una sensación muy rara".

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