Agüeria (Aller),

Leoncio CAMPORRO

La localidad de Agüeria, en el concejo de Aller, fue el lugar escogido por el Colegio Público Buenavista-2 de Oviedo para celebrar el «Día del medio ambiente». Más de medio centenar de alumnos del centro, acompañados por su profesora de Asturiano, Inmaculada Argüelles, y por la jefa de estudios, Eva Frechoso, disfrutaron de una inolvidable jornada y visitaron el complejo arquitectónico de la Asturias rural propiedad de los hermanos Ricardo y Silvino Cordero Pando. Allí, pudieron conocer un hórreo, panales de miel, árboles frutales, productos de la huerta y hasta un molino harinero cuya antigüedad supera los trescientos años. Está situado en la margen izquierda del río Negro y es popularmente conocido como el molín de Adela, en recuerdo a la madre de sus actuales dueños.

Los escolares llegaron a Agüeria pasadas las once de la mañana. Nada más dejar el autobús, fueron recibidos por los hermanos Cordero. Ángela, alumna del centro educativo ovetense e hija de Ricardo, fue quien propició la visita a su hacienda familiar. Ya en la finca, mientras el propio Ricardo se reunía con varios pequeños para explicarles la vida y el trabajo de las abejas, mostrándoles un abanico de útiles utilizados para la extracción de la miel, su hermano Silvino concentraba en el interior del hórreo a otros alumnos para darles a conocer la historia de esta construcción típicamente asturiana, así como el nombre de cada una de sus piezas.

Ya en la huerta, los improvisados monitores mostraron a los estudiantes tanto las parcelas destinadas a los cultivos como, también, los productos de temporada que en estos momentos maduran en la tierra, entre ellos fabes de mayo, lechugas o cebollas. También hubo explicaciones ante árboles frutales como el cerezo, el manzano o el limonero, así como acerca de los útiles empleados en las tareas ganaderas.

Después, los niños se dirigieron al molín de Adela, recientemente rehabilitado gracias a una subvención del Principado. Se trata de un importante elemento histórico que alcanzó su mayor grado de productividad coincidiendo con el esplendor de la Sociedad Hullera Española y de la Sociedad Industrial Asturiana. Muy cerca, a orillas del río, visitantes y anfitriones contemplaron las especies arbóreas que crecen junto al cauce, prosiguiendo el itinerario por la senda de La Campuela, donde pudieron ver restos de la arqueología minera.

Una animada comida puso fin a la estancia en Agüeria de los niños ovetenses, que se lo pasaron en grande disfrutando de la naturaleza y de la compañía de los hermanos Cordero.