Cabañaquinta,

José A. ORDÓÑEZ

El nuevo trazado para la línea de alta tensión entre Lada y Velilla por el concejo de Aller afecta a diez cantaderos de urogallo y a uno de los principales bosques de texos de la Cordillera. Estos núcleos, de gran relevancia medioambiental, se localizan en una zona conocida como Canales de la Boya, en el entorno del valle del río Negro, un enclave que ya se ha visto afectado durante los últimos decenios por la actividad minera desarrollada por la empresa Jovesa.

Los expertos sostienen que en Canales de la Boya y en el monte Rasón se localiza una de las mayores y mejor conservadas concentraciones de urogallos de la región, de igual o de superior importancia a las de Redes o Somiedo. Las fuentes consultadas por este diario aseguran que, al menos, hay constancia de la presencia de diez cantaderos, de cuya existencia sabe la Consejería de Medio Ambiente del Principado. Además, destacan que en sus cercanías, y también en el itinerario previsto para el nuevo tendido de alta tensión, hay una importantísima presencia de texos, que, según sus cálculos, supera con holgura los 300 ejemplares. Sobre esta base, los especialistas sostienen que en la zona afectada por la línea se encuentra el «núcleo duro» del patrimonio natural allerano y que las consecuencias del trazado de alta tensión pueden resultar funestas para su conservación.

Las primeras valoraciones sobre el trazado para Lada-Velilla que está encima de la mesa también señalan que la línea afectaría de manera directa a diversas localidades del concejo allerano, especialmente Muries y Villar, así como al yacimiento arqueológico de la Vía Carisa. De acuerdo al proyecto, el tendido pasaría a menos de un kilómetro del enclave astur-romano, ocasionando un impacto visual muy importante en una zona en la que tanto el municipio de Aller como el de Lena tienen puestas buena parte de sus expectativas de desarrollo turístico.

Alegaciones

El portavoz municipal de Izquierda Unida (IU), Alfredo González Arango, conoce de primera mano las afecciones que podría ocasionar en los cantaderos de urogallo y en los bosques de texos del valle del río Negro el tendido de alta tensión entre Lada y Velilla. A su juicio, se trata de aspectos que deben centrar buena parte de las alegaciones que se presenten al proyecto de Red Eléctrica Española.

A este respecto, Arango recuerda que tanto el urogallo como el texu son especies protegidas y que «no se puede permitir que quieran pasar una línea de alta tensión por dos concentraciones tan relevantes como las que hay en Canales de la Boya». Por tanto, adelanta su intención de buscar «toda la documentación científica y legal» para, «llegado el caso, denunciar ante los organismos que sean pertinentes el enorme atentado que se le quiere hacer a nuestro patrimonio».