Mieres del Camino,

José A. ORDÓÑEZ

La patronal del carbón (Carbunión) tensa la cuerda un poco más. Si hace unos meses anunció que suspende la prejubilación de casi dos centenares de mineros por su desacuerdo con la aplicación del plan sectorial, ahora varias empresas han decidido dejar de pagar el salario a sus trabajadores como medida de presión para reclamar al Gobierno central el abono inmediato de las ayudas pendientes desde el pasado mes de enero. En concreto, esta medida ha sido puesta en marcha por el grupo de Victorino Alonso -en el que se engloban MSP, Uminsa y Hulleras de Coto Cortés- y afecta a casi 2.000 empleados.

Las centrales sindicales leonesas consideran que la postura de la patronal supone un «chantaje» al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero con el objetivo de «renegociar» el plan del carbón actualmente en vigor. Además, lamentan especialmente que en esta estrategia utilicen a unos trabajadores que «no tienen ninguna responsabilidad en los retrasos que se puedan producir en el pago de las ayudas a las empresas».

Junto a la retención de los salarios, algunas de las empresas adscritas a Carbunión han decidido también paralizar el proceso de jubilación de casi dos centenares de mineros, la mayor parte de ellos en la provincia vecina, a causa de las diferencias que mantiene con el Gobierno en torno a determinados aspectos del plan sectorial. Es más, el vicepresidente de la patronal, el asturiano Samuel Sánchez, ha advertido de que la situación actual de bloqueo del acuerdo no se superará si en la reunión del próximo miércoles en Madrid no hay una solución para las divergencias detectadas en aspectos tales como las tolerancias en materia de producción o la liquidación de las ayudas a las hulleras.

La postura de los empresarios levanta ampollas en los sindicatos, que culpan a Carbunión de los problemas de aplicación del plan minero. En presencia de Rodríguez Zapatero, José Ángel Fernández Villa cargó duramente contra la patronal hace una par de semanas, en Rodiezmo.