Mieres / Langreo,

J. A. O.

Un informe de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) reconoce que todavía es «arriesgado» hablar de costes concretos para los procesos de secuestro, transporte y almacenamiento de dióxido de carbono que permitan una combustión limpia del carbón. No obstante, los autores del estudio afirman que el objetivo es que salga en torno a los veinte euros por tonelada, con un límite máximo de entre 25 y 30 euros, que en ningún caso debería de ser superado para estar dentro de los parámetros de rentabilidad. De ese precio total, y siempre de acuerdo a los contenidos del informe, un setenta por ciento correspondería a la captura, un veinte por ciento al transporte y un uno por ciento al almacenamiento.

El estudio de la patronal del metal también incluye un cálculo sobre el precio de la generación eléctrica a partir de la combustión de carbón libre de CO2. A este respecto, indica que, de cumplirse todas las previsiones marcadas por la Unión Europea (UE) -con un esquema integrado por gasificación del carbón y generación en centrales de ciclo combinado que incluyan procesos de secuestro y almacenamiento de CO2- el coste será un veinte o un treinta por ciento más barato que el que ofrecen las centrales actuales más eficientes, aunque también dispongan de tecnologías para evitar la emisión a la atmósfera de dióxido de carbono.

Por su lado, la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) tiene como objetivo que en 2030 estén operativas nuevas centrales térmicas de «carbón limpio» con una potencia total de 3.900 megavatios y sistemas de eliminación de CO2. Por cierto, los especialistas reconocen que el secuestro y el almacenaje de carbono también es aplicable a la generación por fuel o por gas, pero, sin embargo, aseguran que resulta mucho más caro.