Langreo, L. M. D.

Jerónimo Navarro es el alcalde de Ixchiguán, un municipio guatemalteco que tiene 24.500 habitantes colindante con el Estado mexicano de Chiapas. Ubicado a 3.200 metros de altitud -a la misma que los picos más altos de los Pirineos-, en 2005 sufrió el paso del huracán «Stan», que destruyó cientos de viviendas y acabó con la vida de once personas. La ONG langreana Conceyu de Solidaridá y Xusticia mantiene varios proyectos de ayuda en la zona, con la colaboración del Ayuntamiento de Langreo y de la Agencia de Cooperación del Principado.

-Su municipio se encuentra a 3.200 metros de altitud. ¿Qué problemas acarrea esto?

-A la altitud hay que añadir lo escarpado del terreno y las lluvias, que hacen habituales los desprendimientos. La mitad de todo nuestro presupuesto se va sólo en arreglar infraestructuras, y en esto el Gobierno nos ayuda poco.

-¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta Ixchiguán?

-El más importante de todos es el del agua. Sólo el 82 por ciento de la población tiene agua potable, mientras que el saneamiento alcanza sólo a uno de cada diez vecinos. Estamos realizando un estudio de cómo poder combatir esta situación con los medios que tenemos. También en educación tenemos problemas, sobre todo con los edificios, que se están cayendo.

-¿Cómo se encuentran de medidas sanitarias?

-Necesitamos más gente y más equipos. Tenemos a dos médicos cubanos para atender a 24.500 personas. Luego hay cuatro enfermeras contratadas por el Gobierno y otras ocho por la municipalidad. Además, sufrimos una tasa de desnutrición infantil del 72 por ciento porque no somos capaces de producir el suficiente maíz.

-¿En qué situación quedan con el alza mundial de los precios de los alimentos?

-La principal comida de la zona es el maíz y el mijo. Tras el paso del huracán «Stan» la producción bajó en picado. Ahora nos encontramos con las subidas de los combustibles y de los alimentos básicos. La gente cada vez tiene menos para comer y sobrevivir.

-¿En qué proyectos colabora Conceyu de Solidaridá, el Ayuntamiento de Langreo y la Agencia Asturiana de Cooperación?

-Con el huracán «Stan» se perdieron 500 viviendas. El Gobierno ayudó a hacer 298. Asturias nos ayuda a construir viviendas en dos comunidades, en Yiunimá, donde se están haciendo 28, y en Colcojuipz, donde se hacen 36. El apoyo de Conceyu de Solidaridá y del Gobierno de Asturias está resultando de mucha ayuda.

-Ahora quiere ponerse en marcha otro proyecto de cooperación...

-Se trata de recibir más apoyo sanitario. Se quieren abrir cinco unidades de salud en cinco pueblos de difícil acceso. En ellas, además de curas, también queremos combatir la desnutrición, fomentar la higiene y ayudar en la planificación familiar: promediamos ocho hijos por familia.

-¿Cuentan con la colaboración de algún otro organismo español?

-Sí, estamos hermanados con el municipio de La Gineta, en Albacete. Con ellos hemos iniciado un proyecto para ejecutar el plan municipal de los próximos diez años, en los que tenemos mucho que hacer. Castilla-La Mancha también nos apoya con un proyecto para paliar la desnutrición crónica de 350 niños.

-Pertenece al partido UNRG-MAIZ, surgido de la guerrilla tras firma de la paz...

-Somos siete alcaldes de 330. Eso hace que no nos hagan demasiado caso, que nos marginen.

-¿Cuál es su principal queja?

-Nos están dejando algo de lado en la mejora de infraestructuras, sobre todo con la extensión de la luz eléctrica, que se está llevando con Unión Fenosa. Tenemos ocho comunidades sin electricidad, unos 7.000 habitantes sin este servicio básico. También me gustaría disminuir el índice de pobreza, del 98 por ciento. Para lograrlo queremos impulsar un instituto tecnológico. La mayoría de nuestros jóvenes se va a Estados Unidos. Nos gustaría iniciar cuatro aulas y lograr que los jóvenes preparados se queden.