Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El Ayuntamiento de Aller ha solicitado a la Casa Real que Graciano García, director de la Fundación Príncipe de Asturias, sea distinguido con título de conde del concejo. Si el Rey accede finalmente a esta petición, las Cuencas sumarán un nuevo título nobiliario tras casi un siglo sin incorporaciones a su aristocracia. Para encontrar el último precedente hay que remontarse hasta el 3 de diciembre de 1924, fecha en la que María de los Dolores Fernández Duro recibió el título de marquesa de La Felguera de manos de Alfonso XIII. No obstante, si seguimos retrocediendo en el tiempo, la lista de estas distinciones sociales es larga y son muchos los títulos que han llegada hasta la actualidad pasando de generación en generación. Un buen número de estas familias ha tenido un papel relevante en el proceso de industrialización de los valles mineros, mientras que otros títulos, tras ganar lustre en tiempos de guerras, han pasado casi desapercibidos desde hace décadas. Salvo contadas excepciones, la nobleza de las Cuencas reside en la actualidad, casi en su totalidad, en Madrid.

Las credenciales nobiliarias más preponderantes de las Cuencas probablemente recaigan en el marqués de Campo Sagrado. Desde 1997 este título lo ostenta Iván Bernaldo de Quirós y Álvarez de las Asturias Bohorques, también marqués de Quirós y grande de España. Sus antepasados fundaron en 1474 el mayorazgo de la Casa de Quirós, cuyo linaje ha llegado a nuestros tiempos. Felipe IV nombro marqués de Campo Sagrado en 1661 a Gutiérrez Bernaldo de Quirós. La familia construyó el palacio de La Villa, que actualmente alberga el Instituto de Enseñanza Secundaria Bernaldo de Quirós de Mieres. Varias ramificaciones de este tronco genealógico poseen títulos menores tanto en el Nalón como en el Caudal. Dentro de este linaje, el emperador Carlos VI, archiduque de Austria, nombró el 10 de noviembre de 1716 conde a Lorenzo Bernaldo de Quirós, título concedido sobre el apellido familiar. Este coronel de infantería, natural de Moreda de Aller, destacó en el frente de Flandes iniciando una saga que fue rehabilitada en 1984 por el gallego Isidoro Millán González. Según explica Gil Castañón, que lleva años estudiando la genealogía de las Cuencas, la denominación original del título fue alterada por su actual poseedor, pasando a Conde de Quirós. La familia original está ligada al palacio de Figaredo.

María Dolores Fernández Duro fue nombrada por Alfonso XIII en 1924 marquesa de La Felguera. El Rey destacó el «esfuerzo» de esta familia en el «desarrollo industrial de la importante sociedad Duro Felguera». En la actualidad la distinción recae en María del Carmen Velázquez Duro. El proceso de industrialización en las Cuencas ha dejado un segundo linaje ligado a la nobleza. Manuel Loring recibió el título de conde Mieres en 1911, de manos también de Alfonso XIII. Se había casado con una hija de Numa Guilhou, impulsor de Fábrica de Mieres. De esta forma, la familia Loring recibió el primer título nobiliario otorgado en Asturias el pasado siglo. El tercer conde de Mieres, Manuel Loring Martínez de Irujo, falleció el pasado año en Madrid, tras ostentar este título durante más de tres décadas. Dentro de este apartado también es conveniente hacer una referencia al marqués de Comillas, que a pesar de no ser natural de las Cuencas, fundó la Sociedad Hullera Española y desarrollo iniciativas sociales como el poblado de Bustiello, en Mieres, El título lo ostenta actualmente Alfonso Güel.

Un caso singular es el del conde de Laviana. La regente María Cristina de Austria concedió en 1897 esta distinción a Alejandro Villar, por entonces diputado en Cortes en Puerto Rico, país al que había emigrado años antes. El título fue rehabilitado en 1991 por el economista Enrique Furnier, que vive en Madrid.

En el capítulo de títulos antiguos destaca el conde de San Antolín de Sotillo (Sotiello), que fue otorgado en 1354 por Enrique II a Gonzalo Bernaldo de Quirós, por entonces señor de Villoria. Fue rehabilitado en 1922 por Augusto Díaz y hoy en día recae en el linaje de los Bernaldo de Quirós. Este apellido es, sin duda, una referencia casi constante dentro de la aristocracia de las Cuencas. No es extrañar que el emblema de la familia aparezca en los escudos de los concejos de Mieres y Aller. El Ayuntamiento de este último municipio reclama ahora un nuevo título, el de conde de Aller, para Graciano García.

El coronel de infantería Lorenzo Bernardo de Quirós fue nombrado conde sobre su apellido familiar el 10 de noviembre de 1716. Lo hizo el emperador Carlos VI, archiduque de Austria, que en el escrito de nombramiento destaca los méritos adquiridos por el beneficiario en la batalla de Landem, entre otras. Este documento se ha conservado a lo largo de los tres últimos siglos en muy buen estado. En la imagen superior se puede observar la última página del nombramiento, en la que se aprecia la firma del monarca, en la parte superior. Carlos VI dictamina que el título lo conservarán los herederos del conde, «cada uno en su tiempo y perpetuamente».