Mieres / Langreo,

José A. ORDÓÑEZ

Buenas noticias para las investigaciones asturianas en materia de captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2). El Ministerio de Industria, a través del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, acaba de suscribir un acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para financiar una serie de trabajos de investigación sobre CO2 desarrollados en Oviedo por el Instituto del Carbón (Incar). El acuerdo está dotado con 725.000 euros y, según han precisado fuentes ministeriales, su principal objetivo es «adquirir conocimientos que permitan avanzar en las técnicas de captura de dióxido en relación con su posterior confinamiento geológico, así como en la utilización de tecnologías para lograr combustiones limpias y otros usos del carbón».

Más en concreto, las investigaciones se centrarán en la captura de CO2 por carbonatación-calcinación y en la reducción de emisiones de metales tóxicos y otros procesos de mitigación de emisiones de dióxido de carbono, el gas que más contribuye al efecto invernadero. El convenio, según apuntaron los portavoces del departamento de Miguel Sebastián, recoge uno de los compromisos que el Ministerio de Industria asumió en la firma del plan del carbón actualmente en vigor. Consiste en aplicar medidas de I+D+i en el uso del carbón nacional, mediante la adecuación de las explotaciones de carbón a las exigencias medioambientales y el uso de tecnologías de combustión limpia. Además, las fuentes consultadas insistieron en encuadrar esta medida dentro de la lucha que tanto del Gobierno español como la Unión Europea (UE) llevan a cabo contra el cambio climático.

El Incar, Hunosa y Endesa tienen en marcha un ambicioso proyecto sobre captura de dióxido de carbono que marca, a partir de 2015, el desarrollo, en La Pereda, de una planta de tamaño comercial con 1.000 megavatios de potencia, capaz de convertirse en uno de los equipamientos de referencia continental que la UE. Según apuntó el mes pasado en Mieres el director general de Minería y Energía del Principado, Isaac Pola Alonso, el Gobierno regional está dispuesto a presentar la candidatura asturiana en Bruselas en el caso de que las investigaciones que se están desarrollando ofrezcan los resultados positivos que ya se están obteniendo en todas las pruebas que se ejecutan en los laboratorios.

El anuncio de los plazos que se prevén para el proyecto asturiano de secuestro de CO2 ha sido expuesto por su máximo responsable científico, Juan Carlos Abanades. Incar, Hunosa y Endesa esperan que en 2011 ya se haya comprobado la eficacia de la instalación de un megavatio que, de acuerdo a las previsiones, comenzará a instalarse este mismo año en La Pereda. El siguiente paso se dará entre 2013 y 2014, cuando el prototipo se pruebe ya en un equipamiento de entre 20 y 30 megavatios de potencia, en unas condiciones que Juan Carlos Abanades califica de «muy realistas». A partir de aquí, y en el caso de que los resultados sigan siendo positivos, llegaría el momento, siempre a partir de 2015, de plantearse la construcción de ese equipamiento de escala comercial de mil megavatios.