Santibáñez de la Fuente (Aller),

Paula G. RODRIGO

Descubrir lugares casi desconocidos, dejarse llevar por la magia del pincel empapado en acuarela, respirar el limpio aire de la naturaleza mientras los recreas en un lienzo. Sentarse a contemplar cómo fluye el agua del río para luego plasmar su textura. Algunas de estas cosas es lo que pretende Berit Hals, profesora de pintura de paisajes asturianos al aire libre, transmitir a sus alumnos en su taller en Santibáñez de la Fuente, en el concejo de Aller.

Vestida con el traje de faena y con las yemas de los dedos cubiertas de acuarela de color verde, Berit Hals explica mientras contempla el paisaje como si los estuviera descubriendo por primera vez, en qué consiste los cursos que imparte. «Quiero que la gente descubra los paisajes que tiene Asturias», dice mientras sigue de reojo las pinceladas de sus alumnas.

«Los alumnos llegan el domingo y se les da una bienvenida. El lunes empiezan las clases. Trabajamos desde las diez hasta las dos», enuncia Hals. «Intento combinar las clases prácticas -al aire libre- con las teóricas», añade. Según explica la profesora del curso, «procuramos dar todas las clases al aire libre y vamos a todos los lados caminando. Intento ir también con mis alumnos a alguna actividad complementaria, como puede ser visitar el museo de Bellas de Artes, en Oviedo», especifica la artista.

«Tengo gente que viene de todas partes de España -Galicia, País Vasco, mucho de Madrid, Barcelona...- en este que estoy impartiendo ahora mismo tengo sólo dos alumnas porque tampoco me gusta dar clase para muchos; me gusta una atención más personalizada», argumenta Hals. «Algunos de ellos no han pintado nunca pero vienen para ver los paisajes y otros, para descubrir nuevas técnicas. Muchos de los que no pintaron nunca, suelen continuar», confiesa.

Por las venas de Berit corre sangre de diferentes culturas, «tengo parte sueca», apunta. «¿Y cómo una persona que vive en Madrid acaba en un pueblo como Santibáñez? Por casualidad. Un día vimos la casa por internet y nos enamoramos de ella. Desde entonces ya van un par de años que pasamos nuestros veranos aquí», explica la artista. Hals compagina su actividad como profesora de pintura en los centros culturales de Madrid con el que desarrolla en Asturias durante los meses de verano.

Las dos alumnas, sentadas, estudian con minuciosidad la estampa que tienen delante. Para que la obra salga perfecta no puede faltar detalle alguno. Ninguna piedra escapa de ser retratada con su mejor pose. María José Pacharromán viene desde Madrid. «Berit es mi profesora allí y me habló de este taller y decidí venir a ver cómo era», dice la alumna. Por su parte, Ascen Jara procede de Lugo y según explica «nunca antes había pintado con acuarela. Había utilizado otras técnicas. Para repetir», confiesa.

Entre ellas bromean con todos los bártulos que les rodean, «así es como se trabaja», se excusa Hals. «Lo malo que muchas veces los trasgus nos roban y perdemos hasta los pinceles», sonríe mientras difumina con los propios dedos los verdes del árbol que rodea el río de su obra.