Oviedo, Luisma DÍAZ

Rosa María Menéndez López es doctora en Ciencias Químicas y profesora de investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en el Instituto Nacional del Carbón (Incar), institución que llegó a dirigir entre 2003 y 2008. Desde mayo de ese año hasta febrero de 2009 ocupó la vicepresidencia de investigación del CSIC. La multinacional Du Pont la ha premiado con su galardón a la Ciencia, que recogió esta semana en el hotel de la Reconquista, de Oviedo.

-¿Cómo se enteró de que Du Pont la había distinguido con su galardón a la Ciencia?

-Me enteré en Colombia. En noviembre estuve con el Instituto Cervantes en distintos puntos de Brasil, impartiendo conferencias divulgativas sobre el uso de energías limpias. En una segunda etapa del viaje acudí a una serie de congresos en Colombia. Cuando fallaron el premio, estaba allí y les costó localizarme porque no había buena cobertura, o no tenía batería? fue una grata y agradable sorpresa.

-El jurado destaca su labor en la investigación de nuevos materiales producidos a partir de derivados del carbón y del petróleo. ¿Qué utilidades se les pueden dar a estos derivados?

-Los materiales de carbono, en el sector industrial, pueden usarse para muchas actividades. Por ejemplo, almacenamiento energético, en baterías de ión-litio y supercondensadores. El átomo de carbono es el más abundante en la Naturaleza y tiene la capacidad de combinarse de distintas formas, dando lugar a estructuras muy variadas, que generan materiales de propiedades incluso contrapuestas: aislantes o conductoras, elevada densidad o elevada porosidad. Según la necesidad, podemos preparar el material para distintas aplicaciones en energía, medio ambiente, medicina, química, microelectrónica?

-¿Pueden diseñarse materiales «a medida»?

-Se puede actuar a modo de sastre, sí, diseñando materiales a la carta. Partiendo de un mismo producto, puedes tener materiales de muy distintas características, dependiendo del procesado que se les aplique.

-Es investigadora en el Instituto del Carbón. En los últimos meses se está debatiendo sobre la necesidad o no de seguir prorrogando las ayudas al sector para asegurar su supervivencia? ¿cómo ve el futuro del carbón?

-Las ayudas son necesarias en la situación actual. El carbón es una fuente de energía estratégica. Si queremos seguir con el nivel de bienestar que tenemos en la actualidad, el carbón debe formar parte de las fuentes de suministro. Las renovables tienen un papel importante, pero son intermitentes, dependen de la estacionalidad, del viento, del Sol... Hay que seguir apoyándolas, pero también necesitamos el gas, el carbón o la nuclear. ¿Y qué es lo que tenemos aquí? Carbón. Pues hay que mantener esta fuente, no se puede depender casi en exclusiva del gas, que procede en muchos casos de países que no son muy estables políticamente; en cualquier momento puede haber problema de suministro. Extraer carbón puede ser caro, pero estratégicamente es necesario.

-Una de las líneas de investigación del Instituto del Carbón es la captura de CO2, ¿cómo se está desarrollando el proyecto?

-El proceso supone separar el CO2 de la corriente gaseosa de una central térmica. La planta de La Pereda es el proyecto «estrella», se va a llevar a unas dimensiones importantes, necesarias para el desarrollo futuro de esta tecnología. En el Incar existen otras investigaciones en esta línea, como la combustión de carbón con biomasa, para reducir las emisiones; también la captura de CO2 cuando se usa esta biomasa; se desarrollan nuevos materiales absorbentes para la captura de CO2; se está viendo cómo optimizar las mezclas de carbones para mejorar la eficiencia energética.

-¿Llegarán a tiempo los resultados de estas investigaciones para salvar el actual sector del carbón?

-Creo que estamos compitiendo de igual a igual con el resto del mundo en el desarrollo de la captura del CO2. Además de las experiencias del Incar, en España se desarrollan otros proyectos de investigación como es el caso de la Ciudad de la Energía del Bierzo (León), también en Aragón, la Fundación CIRCE, y varias universidades españolas.

-El Consejo de Ministros aprobó recientemente que la zona central asturiana fuese el primer posible depósito de CO2 de España, ¿qué significa esto?

-Se van a estudiar las posibilidades que tiene la geología de esta zona para almacenar CO2. Pero hay que esperar a los resultados y ver qué capacidad de almacenamiento puede alcanzar. Yo mandaría un mensaje de tranquilidad, porque si se llega a almacenar el CO2 en un momento determinado, se hará con todas las garantías de seguridad, y se hará en un lugar en el que hubo otros fluidos líquidos o gaseosos almacenados durante miles de años y donde nunca hubo ninguna fuga, donde todo estará controlado y monitorizado.

-En los últimos días se ha abierto un debate sobre la ubicación del almacén de residuos nucleares en España?

-No soy una experta en el campo de los residuos radiactivos. Pero tenemos que pensar que se están almacenando en muchos países, y que este almacén va a tener todas las condiciones de seguridad. Además, los residuos son cada vez menos radiactivos; en su uso se agotan más. Pero hay que confiar en la gente que sabe.

«La planta de La Pereda es la estrella, pero en el Incar hay otras investigaciones, como la combustión con biomasa»

«Las renovables tienen un papel importante, pero son intermitentes y dependen de la estacionalidad»

«Si se llega a almacenar CO2 bajo tierra se hará con todas las garantías de seguridad»

«El átomo de carbono es el más abundante y puede usarse para muchas actividades en el sector industrial»