Madrid,

Módem Press

La crisis en la que está sumido el sector de la minería del carbón desde principios de 2009 comienza a tener repercusiones en el empleo de las explotaciones. Así, en los últimos días las empresas de la cuenca minera del Bajo Aragón están prescindiendo de los trabajadores subcontratados que trabajan en las minas y todo apunta a que la próxima semana la empresa SAMCA, la más importante de la zona, planteará un expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a buena parte de los casi 500 trabajadores que extraen carbón en sus minas de interior y cielo abierto de la localidad de Ariño (Teruel).

La situación que atraviesan las empresas mineras turolenses, SAMCA, Compañía General Minera y Endesa Minera, ilustra perfectamente el colapso al que parece verse abocado el sector minero en España. El pasado 1 de abril, Endesa, propietaria de la central térmica de Andorra, comunicó a las empresas mineras que no le suministraran más carbón porque la bajada de la demanda energética como consecuencia de la crisis había llevado a la paralización de la actividad de la térmica y, además, sus instalaciones se encontraban a rebosar de mineral, con tres millones de toneladas del lignito negro que se extrae en el Bajo Aragón apiladas en su parque de carbones.

Los responsables de las minas turolenses solicitaron entonces que Hunosa, como venía haciendo desde el mes de julio del pasado año con el carbón de las minas leonesas, palentinas y del suroccidente asturiano, les comprara el mineral que ya no podían vender a la térmica andorrana, pero entonces se toparon con la decisión del Gobierno central de no prorrogar el mandato a Hunosa de continuar comprando carbón, al negarse el Ministerio de Economía a aportar más fondos para tal fin. En este sentido hay que tener en cuenta que desde el verano pasado Hunosa ha comprado casi 4 millones de toneladas de carbón a las empresas privadas por un importe total de 200 millones de euros.

El sector -que desde que la empresa pública asturiana comprara el cupo de carbón del mes de febrero no ha sido capaz de vender ni un solo kilo de mineral y cuyos ingresos en lo que va de año se limitan a los 66 millones de euros de los cupos adquiridos por Hunosa en enero y febrero y los 48 millones pagados por Industria en calidad de ayudas al funcionamiento- esperaba entonces la rápida aprobación del real decreto que privará la utilización de carbón nacional para la generación de energía eléctrica. Pero desde Industria ya se advirtió esta misma semana de que los plazos para que esta situación se produzca se van a alargar más de lo previsto, por lo que este nuevo mecanismo no estará operativo, al menos, hasta el mes de junio.

El panorama, pues, parece desalentador y crítico para el conjunto del sector, que puede entrar en una etapa verdaderamente convulsa y conflictiva en los próximos días, toda vez que desde los grupos Victorino Alonso y Viloria ya se ha anunciado que carecen de liquidez para pagar las nóminas del mes de abril a sus trabajadores, hecho al que se suma ahora el ERE que prepara la empresa SAMCA.

La situación en algunas comarcas, como la mencionada del Bajo Aragón, es especialmente delicada, ya que la minería del carbón supone más del 50% de la actividad económica de la zona y de ella dependen más de 1.000 empleos directos e indirectos. Hasta ahora, desde hace ya semanas, el parón productivo de las minas había afectado sólo a las empresas auxiliares de las explotaciones, como las de transportes, pero la crisis ha llegado ya de lleno al interior de las minas, primero con el despido de los trabajadores subcontratados y ahora con este expediente de regulación de empleo que se hará público esta misma semana.