Langreo

Elena PELÁEZ

La escritora Clara Sánchez (Guadalajara, 1955) presentó el pasado miércoles en la casa de cultura de Sama su última novela, «Lo que esconde tu nombre». La obra fue galardonada este año con el Premio Nadal.

-El premio Alfaguara de novela en el año 2000, el Germán Ruipérez al mejor artículo sobre lectura en 2006 y este año el Nadal. ¿Cambian algo los premios?

-Nada, porque mi manera de ver la vida es la misma, que es lo que proyecto cuando escribo. El Nadal es el premio más antiguo, el que tiene Miguel Delibes, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite? Sin él, no se podría hacer historia de la literatura española y estar ahí es muy reconfortante. Es como una palmada en la espalda, que te dice que sigas adelante y te acerca más a los lectores.

-¿Supone una promoción importante?

-Sí, pero lo más importante es que la novela y el premio han encajado. En ocasiones, la distinción no te garantiza la repercusión pero sí que lo favorece. La novela está teniendo una difusión muy grande.

-Afirma que ha recibido cartas «inquietantes» tras ganar el Premio Nadal.

-Recibí reacciones, cartas de nazis o de su entorno de dentro y fuera de España. Eso me dejó muy pensativa y me hizo ver que este asunto está más vivo de lo que parece.

-¿Le impulsa esto a seguir por ese mismo camino?

-No es por las reacciones, ya que son algo colateral que dice mucho de lo que ha pasado. Es la dinámica de la novela la que me lleva a seguir con ella. Tengo ganas de observar qué pasa con los personajes de Julián y Sandra e indagar más en este mundo. Porque no es sólo que sean nazis que han vivido con total impunidad sino que reflejan a una parte de la sociedad que siempre se las arregla para escapar sin pagar, para librarse sin que tengan que ajustar cuentas con ellos.

-¿Habrá segunda parte?

-Creo que sí. Me están tentando la idea de seguir con Sandra y Julián y saber una vez que conocen lo que conocen si pueden continuar sus vidas como antes o si van a querer saber más.

-Parte de un matrimonio de ancianos que fueron carceleros en el campo de concentración de Mathausen.

-Es una novela donde hay nazis que nos conciernen porque han vivido y viven siendo invisibles entre nosotros. Representan a todas esas personas que no son lo que aparentan ser. De este asunto todo el mundo sabe algo y ha oído hablar pero no ha sido tema de conversación. Era un asunto que no estaba escondido pero pasaba desapercibido y es una anormalidad dentro de nuestra normalidad democrática. Yo los vi a principios de los años 70 y como yo mucha gente. Además de poner un granito de arena contra la impunidad también era un material literario bueno para abordar temas como el miedo, el fingimiento y el hecho de que con nosotros conviven monstruos.

-¿Hay arrepentimiento?

-No se conoce ningún tipo de arrepentimiento de esta gente. En la novela hay un capítulo que se titula «Los monstruos también se enamoran». Son monstruos humanos. Yo me pregunto en qué condiciones puede transformarse alguien en un monstruo, cuando saca esta gente su verdadera cara y si al sentirse descubiertos o en cierto peligro su comodidad cotidiana vuelven a redescubrirla.

-¿Se podría llevar «Lo que esconde tu nombre» a las salas de cine?

-A la editorial han llegado ofertas de productoras para llevarla al cine porque es un libro muy visual. Lo que pasa es que habría que hacer un buen guión.

-¿Quién podría dar vida a los personajes?

-Cuando hablaba Julián en la novela mucha gente veía a Federico Luppi. Al personaje que se llama La Anguila lo podría encarnar Eduardo Noriega, para el resto de personajes... un casting

-En la novela se aprecia la influencia de Alfred Hitchcock.

-Una de las primeras personas que la leyó me dijo que le recordaba a Hitchcock porque hay intriga y suspense psicológico. Y, aunque parece que hay sangre, no la hay.