El menú del día en España, a partir de junio y lo que resta de verano, viene bien dispuesto por parte de la cocina neoliberal. No falta de nada. Cualquier paladar exquisito, sea de la nueva o vieja cocina, tiene opciones para no quedar defraudado. Veamos.

De primer plato, éste obligatorio, el Real Decreto de medidas de ajuste del déficit, que incluye como ingredientes el recorte de las retribuciones de los funcionarios y la congelación de las pensiones, salvo las mínimas y las no contributivas, entre otras viandas en el gasto público y en el resto del mundo laboral. Un plato, de la nueva cocina neoliberal, cuyo objetivo no es otro que los trabajadores y trabajadoras no engorden demasiado por aquello del colesterol. Y, de paso, aquellos que ganaron millones y millones de euros sigan engordando.

Como segundo, se recomienda una ración entera del Mundial de Fútbol de Sudáfrica regado con un vino de «La Roja», con dos etiquetas, respectivamente, de crianza o reserva: «Todos con La Roja» y «A por ellos, oe». Tendremos en la carta un plato secundario, pero no menos importante: es el condimentado con la velocidad, no porque se coma muy deprisa, sino porque es el ofrecido por las competiciones de motos GP y de Fórmula Uno.

El postre, de la casa, totalmente natural y europeo. Se servirá una mixtura entre helada y caliente: ganancias de los bancos, jubilaciones de los altos cargos, retribución del director del Banco de España, dictámenes del FMI, BCE, OCDE, etcétera. La novedad del postre es que se podrá digerir sin que perjudique o sea vomitivo, tanto por los diestros como por los zurdos, ya que como innovación, de esta nueva cocina, llevará una proporción de vaselina que como se sabe es lubricante, emoliente y protege la piel, ayudará por tanto a tragar el postre.

Así, durante un tiempo, nuestro quehacer y entretenimiento cotidiano está garantizado. Entre plato y plato y sorbo de «La Roja» nos ofrecen los orfebres de la cocina neoliberal un adormecedor menú: temores al digerir el primer plato que se disiparán a la vista glotona del segundo y aquello que pinta negro y bastos será un poquito más azul. Color que en la cromoterapia induce a la parálisis. Como comenta V. Verdú (2003) «los franceses llaman "conte bleu" al cuento para niños, historias fantásticas, inverosímiles y con desenlace feliz».

Bien lo sabe el Chef Zapatero y su equipo de cocineros; bien lo saben los medios de información y también lo sabe la oposición conservadora que, puede decirse, estuvo y está en la vanguardia de la cocina neoliberal aunque ahora quiera tomar Almax para sus delicados estómagos.

A decir de los expertos gastronómicos parece que el Chef sabía muy bien lo que hacía presentando su plan de ajuste en el tiempo que el fútbol iba a ser protagonista. Y es que, como se sabe, una buena comida es una medida de precaución que previene de preocupaciones inmediatas. ¿Quién va a pagar el precio del menú? Pues sí, lo habéis adivinado. Buen provecho.