Langreo

J.A.VEGA

En junio de 1980 todos caímos enamorados de la moda juvenil y supimos que el vídeo mató a la estrella de la radio. Treinta años después, la moda y la primavera son cosa de unos grandes almacenes y Youtube ha apartado de la circulación a las estrellas de la MTV. En España se ha pasado de una incipiente transición sacada de un capítulo de «Cuéntame» a la presidencia de la Unión Europea y en Langreo de un pub llamado Telva a un pub llamado?Telva. Y es que, tres décadas después, el local sigue siendo un punto de referencia para toda la gente que busca un lugar poco convencional para disfrutar del ocio nocturno basado en una cosa: la buena música.

Y como treinta años no se celebran todos los días, Uto y Ethel al frente del tercer equipo directivo del local invitaron al grupo «Los DelTonos» para celebrar el cumpleaños. Una acertada decisión, teniendo en cuenta que los cántabros están de gira presentando su disco «Los buenos tiempos». Y no sería ésta la única señal porque el grupo ya avisaba de la incómoda meteorología del día en su canción «Tormenta». «Los DelTonos» se presentaron con ganas de empatizar con el público proveniente de toda la comarca del Nalón y ofrecieron un concierto de rock en toda regla: humo, alcohol, sudor, un escenario muy cercano, una sala repleta, y música, mucha música? y de calidad. El sonido fue muy bueno, gracias a los años de experiencia y progresión de la formación liderada por Hendrik Röver con lo que el resultado obtenido rozó la excelencia. Durante una hora y media de concierto, el actual cuarteto presentó su último trabajo y realizó un repaso a los temas más conocidos de su discografía. Ofrecieron rock inmediato, intensos medios tiempos, canciones luminosas y crepusculares y guiños a a Nueva Orleans y el rock de los 70. Títulos como «Soy un hombre enfermo» hicieron las delicias de un público, cuya media de edad rondaba la treintena bien larga. Hay que destacar, no obstante, la nutrida representación de la «escuela de calor» de los primeros ochenta, que como los buenos licores madura adecuadamente.

En un momento del concierto, Hendrik aprovechó para felicitar al local y a los asistentes y lo hizo con un «pues si hay que brindar, brindemos, y si hay que llorar, también» sacado de su canción «Brindemos» en la que recuerdan amigos ausentes. Amigos como los de la generación Alsa que están en Barcelona. El brindis también atravesó el Huerna. En ese momento también vinieron a la memoria los «telvanos» que han dejado el planeta en estos años y navegan por otros mundos escuchando «Space oddity» en mp3. Seguro que también sonrieron.

Y el público, en el que había una importante representación de grupos de rock, no dejó de aplaudir y tararear las canciones creando un ambiente festivo como el que noche tras noche se vive en el local. Un ambiente que disfruta, siempre que vuelve a Langreo, Leire Martínez, cantante de «La oreja de Van Gogh» y otra gente del mundillo artístico como Amaral, Los Suaves, Rubén de «Pereza», Jaime Urrutia o Javier Ojea de «Danza Invisible».

Al final del concierto los músicos se relacionaron con sus seguidores, firmando discos, intercambiando impresiones y mostrándose próximos y agradecidos. Como lo hicieron en la última década grupos como «Tokio Sex Destruction», «Buenas Noches Rose», «Human», «Doctor Explosion», «Los Mancos», «Soul Lousers co», «Métodos de Danza» o «Stukas». La fiesta continuó con una sesión a cargo de Uto que pasó del soul al pop, del rock al tecno y del funk al boogaloo. Todo un resumen de lo que ha pasado musicalmente en las últimas tres décadas en las que Telva ha proporcionado momentos de satisfacción a la gente Ya lo decían «Los DelTonos» en una antigua canción «hazme feliz y algún día se hablará de ti».