Un esquiador pagará 3.500 euros por arrollar a una mujer en San Isidro

Un esquiador sin experiencia, D. J. C., deberá pagar una indemnización de 3.550 euros a una esquiadora, M. C. G. F., a la que arrolló cuando estaba esquiando en la estación leonesa de San Isidro, en noviembre del pasado año. Así lo ha estimado el juzgado de Primera Instancia número 3 de Oviedo, quien dio la razón al abogado de la demandante, Luis García-Tetuá, quien sostenía que D. J. C. era el único responsable del accidente en el que la mujer sufrió una fractura costal que la obligó a permanecer 71 días de baja. La razón de que el juicio se produjese en Asturias, se debe a que, tanto demandado como demandante son residentes en la capital asturiana.

Por su parte, el demandado había admitido en su declaración que era «la primera o segunda vez que esquiaba», tal y como recoge la sentencia, donde se añadía también que, en consecuencia, «no dominaba la técnica de deslizamiento y de la frenada», pese a lo que «se proyectó por una pendiente pronunciada con dirección a una cinta de elevación existente al concluir el descenso».

El juez estimó que en la zona «confluyen todo tipo de esquiadores que se desplazan hacia las distintas pistas o puntos de destino» y el esquiador «no supo frenar a tiempo debido a su propia impericia, a pesar de los gritos de advertencia de una testigo e impactó contra el lateral de la actora, a la que tiró al suelo lesionándose». El suceso tuvo lugar en la pista de Requejines, concretamente en la zona de debutantes, una zona de tránsito en la que existe una advertencia para circular con precaución».

Además de los 3.500 euros, D. J. C. tendrá que abonar también los intereses legales acumulados durante el año transcurrido desde el accidente -noviembre de 2009-, además de las costas legales del proceso, que fue tramitado por vía civil. Antes de este proceso, demandante y demandado trataron de llegar a un acuerdo en el acto de conciliación, pero no se logró al no admitir el demandado que la responsabilidad del accidente era exclusivamente suya, aunque no cuestionaba la cuantía de la indemnización.