Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Sobre el papel, Nitrastur ha tenido muchas vidas. El último proyecto, presentado por el Principado en 2006, preveía que la antigua fábrica de productos químicos se reencarnara en un gran complejo tecnológico y residencial. Nada más se ha sabido hasta ahora. Mientras tanto, los edificios de la primitiva fábrica -un emblema del patrimonio arqueológico industrial que ocupa una extensión de 200.000 metros cuadrados en plena zona de expansión urbana de La Felguera- languidecen a la espera de ser rescatados. La asturiana Covadonga Ríos, doctora arquitecto, pintora y profesora de la Universidad Nebrija, tiene un plan para hacerlo y lo presentará esta semana en Madrid, en unas jornadas científicas sobre edificios del siglo XX que reunirá a 250 expertos de más de 30 países. Su propuesta incluye usos culturales, empresariales y de ocio para recuperar el complejo industrial e integrarlo en la trama urbana.

La primera conferencia científica internacional sobre «Criterios de intervención en el patrimonio arquitectónico del siglo XX», que se celebra los días 14, 15 y 16, está organizada por el Campus de Excelencia Moncloa de la Universidades Complutense y Politécnica de Madrid, en colaboración con el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) y la Escuela de Arquitectura de Madrid. De este foro -en el que participarán arquitectos, historiadores, paisajistas e ingenieros de reconocido prestigio- saldrá el «Documento de Madrid», un marco para fijar criterios de intervención comunes sobre el patrimonio del siglo pasado.

Covadonga Ríos, que forma parte de la organización, aportará a la documentación de las jornadas un informe centrado en la factoría de Nitrastur, conocida también como El Nitrógeno y que cesó su actividad en 1997. «Es importante plantear la necesidad de una estrategia de rescate y unos criterios de conservación para poder asegurar la permanencia física a través de otros usos de este conjunto fabril, que ha sido calificado como joya de la arquitectura industrial moderna», indica Ríos.

La autora de informe hace hincapié en el «valor» de Nitrastur «como conjunto», un «campus industrial» proyectado y ejecutado, entre 1950 y 1954 «enteramente bajo la mano del mismo gran ingeniero, Carlos Fernández Casado». Entre los elementos del complejo hay varios como la torre de refrigeración, la nave de sulfatos y la gasolinera de gran valor patrimonial. En su estudio, Ríos plantea, como estrategia de conservación, actuar sobre la contaminación de los terrenos (no muy elevada y localizada en zonas muy concretas); la rehabilitación de accesos, tramas viaria, edificios y zonas verdes; la realización de estudios estructurales y de viabilidad para nuevos usos. La necesidad de descontaminación ha sido una de las coartadas esgrimidas hasta ahora por las administraciones para demorar la recuperación.

En la definición de nuevas utilidades, Ríos propone integrar el complejo como prolongación del paseo fluvial, una gran zona verde en la que los actuales edificios (u otros nuevos) alberguen espacios culturales, viveros empresariales o zonas deportivas.

«Hay que asegurar la permanencia física de este complejo, una joya de la arquitectura industrial moderna»

«Tiene valor como conjunto, enteramente ejecutado por el ingeniero Carlos Fernández Casado»

<Covadonga Ríos >

Arquitecta y pintora