Presidente del Grupo Hunosa

Oviedo, Mario ANTUÑA

La etapa de Juan Ramón García Secades como presidente de Hunosa toca a su fin. Si no hay sorpresas, en enero será relevado. En esta entrevista, más que realizar un balance de su gestión, explora las posibilidades de futuro de la compañía, cuando se cumplen 20 años del encierro en el pozo Barredo de Mieres, que inició el cambio experimentado por las Cuencas.

-Una «Decisión» de la UE condena al cierre a todas las empresas mineras que no alcancen el umbral de rentabilidad en 2018. ¿Hay alguna explotación de Hunosa que pueda llegar a ser rentable?

-La característica de nuestros yacimientos y nuestra propia estructura no permiten, en 2018 o en años posteriores, que ninguno de nuestros pozos sea rentable. Además ese planteamiento se hace en base a unas proyecciones al alza del precio del carbón. Si esa tendencia se confirma, lo que esta por ver, también se incrementarán los costes y nuestros yacimientos tendrían una posición similar a la del resto de España. Competir en el futuro no es solo cuestión de precios, sino contra quién se compite. Nosotros no vamos a ser nunca competitivos frente a las minas a cielo abierto, ni contra los carbones del resto del mundo. No veo posibilidad de un planteamiento de rentabilidad para los yacimientos de Hunosa.

-Las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León y Aragón afirman que sólo darán la batalla para que las empresas rentables no tengan que devolver las ayudas que reciban hasta 2018. ¿Se está preparando el camino para que sobrevivan las explotaciones de Victorino Alonso en Tineo y Cerredo?

-Yo no hablo de los demás. En la actual situación en la que está la Decisión de la UE, la minería española está abocada al cierre en 2018. Podrían sobrevivir algunas explotaciones rentables. Otra cosa es la regulación de las ayudas. Si hay alguien que no necesita ayudas y quiere seguir con el negocio podrá hacerlo. Es obvio. Pero hay un problema conceptual que no conviene olvidar. La Decisión de la UE permite ayudas de Estado a quien presente un plan de cierre para 2018. Si no presentó un plan de cierre, no recibirá ayudas y no las tendrá que devolver. Pero si lo presentó tendrá que cerrar.

-Pero hay una batalla de las comunidades autónomas para que no se devuelvan las ayudas las empresas con planes de cierre que las reciban ahora, si alcanzan la rentabilidad.

-Yo me pregunto, ¿las empresas que deberán devolver las ayudas y puedan llegar a ser competitivas, son rentables ahora? Si son rentables ahora igual no necesitan ayudas ni en 2018, ni en 2017 o en 2016. ¿Vamos a convertir las minas en rentables a partir del 1 de enero de 2018 o ya lo eran antes? La pregunta subsiguiente es: ¿si yo les doy ayudas para que cierren pero se emplean en hacer las minas rentables a partir de 2018, le estoy dando ayudas para otra cosa de la que se ha dicho? Quizá haya que redefinir las ayudas.

-¿Qué paisaje nos podemos encontrar en 2018?

-La Decisión de la UE tal como está nos aboca al cierre de todo.

-¿Es posible un cambio en la Decisión de la UE, con una revisión en 2015, como usted propugna?

-Con los principios que mantiene la UE es muy difícil una modificación. Pero los criterios actuales no tienen por qué ser los mismos. La UE se está redefiniendo de cara al futuro para resolver los problemas actuales, como la convulsión de los mercados financieros? Va a haber movimientos. Habría que tender hacia una política energética común con nuevos criterios, es posible y necesario. En ese contexto se puede redefinir la Decisión sobre el carbón. Sería deseable.

-Es usted Angela Merkel, ¿qué política energética diseñaría para la UE?

-Haga usted el favor. No me atrevería a tanto? Hay distorsiones que dificultan cualquier decisión común, por ejemplo Francia produce el 75% de su energía con nucleares, Alemania acaba de anunciar que cerrará las suyas, la apuesta de las renovables en países como España va muy por delante que en otros sitios, la regulación de los propios sistemas energéticos es absolutamente dispar? La UE está abocada a caminar hacia una nueva política energética. Y creo que en ella tendría cabida el carbón en España, única energía autóctona, con un coste modesto para mantener un sector con el tamaño actual. Además, la gran amenaza medioambiental del C02 estamos camino de resolverla a corto plazo.

-Si como se plantea ahora, Hunosa deberá cerrar todos los pozos, ¿se imagina una Hunosa sin carbón?

-No será Hunosa, será otra cosa.

-Pero todas las áreas nuevas de negocio que se han abierto hace posible que Hunosa siga activa sin minas?

-Hunosa es carbón, todo lo demás son elementos que se van desarrollando poco a poco y pueden tener su futuro. No sería la Hunosa que todos imaginamos. Sería una compañía dedicada a la geotermia, al agua, a la ingeniería, a centrales de ciclo combinado o a vender tecnologías de captura de C02. No sería la Hunosa minera.

-Pero sería posible...

-Yo creo que sí. Espero que haya líneas de investigación como las que he citado antes que puedan ser negocio.

-Da la sensación de que en las últimas semanas ha rebajado las expectativas de la planta de captura de C02 de Mieres.

-No, yo no?

-Ha expresado dudas sobre su futura financiación y su desarrollo en una planta industrial.

-Tecnológicamente vamos bien. Ahí soy optimista. La duda que yo tengo es si habrá los recursos y la voluntad de continuar con la intensidad necesaria de financiación para tomar la decisión de ir a una planta industrial. Serán necesarios decenas de millones de euros y con la situación económica actual igual no es tan fácil tomar la decisión de invertir a finales del año que viene. Por eso hemos diseñado un plan puente para continuar con el desarrollo tecnológico si hay que aplazar la planta. Queremos seguir desarrollando la tecnología que sirva a todos los generadores que echen C02 por una chimenea.

-El proyecto de Ponferrada tiene ventaja sobre el de Asturias.

-¿En qué sentido?

-Está más desarrollado tiene más recursos?

-Más allá de los localismos, nuestro proyecto es complementario del de Ponferrada. Nosotros necesitamos su oxicombustión y ellos nuestra calcinación. El proyecto de León sirve para nuevas centrales y el nuestro para las que ya están en funcionamiento. Además, si aprovechamos su tecnología se podrían reducir nuestros costes. Si somos inteligentes, y espero que lo sean quienes tengan que tomar las decisiones en el futuro, uniríamos los dos proyectos.

-¿Está diciendo que si se unen los dos proyectos, España podría tener su propia tecnología de captura de C02??

-Sin duda alguna. No un solo proyecto, sino dos complementarios. Con los dos podemos hacer cualquier cosa.

-Hunosa explora nuevas líneas de negocio. ¿Qué posibilidades tiene la geotermia?

-De interés, pero limitadas. Están asociadas a la existencia de pozos con agua en un radio corto de espacio, no más allá de 2 kilómetros.

-La ingeniería y consultoría...

-También hay posibilidades, pero son difíciles? Estamos trabajando para desarrollar sistemas informáticos, de información geográfica y de cartografía para las administraciones públicas, que están restringiendo este tipo de gastos.

-El agua de las minas.

-Hemos hecho un estudio del modelo hidrológico de nuestras explotaciones. Si lo aprovechamos podremos ahorrar mucho dinero en el bombeo del agua de nuestros pozos. Tenemos agua abundante y de calidades altas y los tratamientos que necesitarían para su uso industrial e incluso de suministro potable serían mínimos y baratos. Hemos pensado que este agua sirva como elemento de apoyo a los sistemas públicos de abastecimiento. Se puede pensar que este depósito subterráneo puede permitir controlar riesgos, ahorrar costes, y ser utilizado como reforzamiento de abastecimiento público en algunos sitios.

-¿Qué otras investigaciones de negocio realizan?

-Estamos investigando otras posibles áreas como el aprovechamiento del metano en baja concentración para generar energía eléctrica, la extracción de metano en capas para absorber C02, o la exploración de estructuras subterráneas para introducir este gas... Tenemos la sospecha de que no vamos a encontrar estructuras lo suficientemente grandes para enterrar C02, pero igual se podrían utilizar como depósitos de gas para los ciclos combinados.

-En la reactivación hubo fracasos y aciertos. ¿Haga balance?

-Hubo fracasos que duda cabe. Con esta crisis algunos de los proyectos empresariales no han llegado a cuajar, bien porque estaban en fase de crecimiento, porque estaban asociados a sectores más castigados como la construcción o también por mala gestión. Aún así, creo que el balance es positivo, pues hemos creado más de 2.000 empleos. Hubiera sido mejor si no se hubieran producido los fracasos ya conocidos. Con todo, no está mal.

-¿El ciclo combinado de gas entra en vía muerta?

-Habrá que esperar mejores momentos. El proyecto está abierto a la espera de que nuestros socios, Endesa, vean las cosas mejor

-¿Zapatero ha hecho una buena política para la minería?

-Firmó un plan de empresa 2006-2012 con unas condiciones sociales muy favorables, acudió en defensa de la minería privada cuando tuvo un conflicto con los generadores de energía creando un almacén temporal estratégico de carbón, poniendo 200 millones de euros y encargándonos a nosotros su gestión; y sacó adelante un decreto de primas para el consumo de carbón nacional con mucha oposición y denuncias en los juzgados, que permitió mantener la normalidad en la extracción de carbón y la producción de energía con él. El balance que lo hagan?.

-¿Cuánto tiempo le da a Rajoy?

-Una legislatura.

-¿No se lo comerán antes los mercados?

-No lo deseo por el bien de España.

-¿Qué le diría al nuevo presidente de Hunosa?

-Que se equivoque el mismo, como hemos hechos los demás (risas). Bromas aparte, que sea sensible, como estoy seguro que lo será, a lo que es esta casa y el sector minero. Que trabaje con la misma dedicación y entusiasmo, afecto y acierto, incluso que tenga más acierto, del que pudimos tener nosotros, y que obtenga la misma lealtad de los trabajadores.

-¿Tienen futuro las Cuencas?

-Espero que sí. Con todo lo que significa de pasado industrial y todo lo que se ha hecho capitaneado por los sindicatos mineros, en infraestructuras, servicios, empleo o formación, es ahora un territorio bien dotado. Tendrán el futuro que sean capaces de construir y quieran sus vecinos y agentes sociales, sin mirar demasiado atrás, mirando hacia delante y con la mitad del esfuerzo de anteriores generaciones, como sus abuelos, tuvieron que emplear en una condiciones bien distintas y bien difíciles.