Langreo / Mieres,

C. M. BASTEIRO

Las Cuencas registran una tasa de mortalidad vinculada al consumo de alcohol muy superior a la de la media regional. En las comarcas del Caudal y el Nalón, la tasa de mortalidad por trastornos psicológicos o enfermedades físicas derivadas de esta adicción es de 30,5 por 100.000 habitantes, mientras que en Asturias se queda en 21,1. Los expertos alertan de que el consumo excesivo de alcohol en las Cuencas está «muy normalizado», lo que provoca que las patologías vinculadas a las adicciones se diagnostiquen demasiado tarde.

Los datos se reflejan en un estudio de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado de Asturias. El municipio de San Martín del Rey Aurelio es el que registra una tasa de mortalidad vinculada a la ingesta de alcohol más elevada, con un 46,25 por cada 100.000 habitantes. Se trata de un índice que duplica la media regional y que posiciona a la comarca del Nalón a la cabeza de Asturias. De hecho, la media en la cuenca del Nalón se sitúa en el 32,14 por 100.000 habitantes, diez puntos por encima de la media regional y Langreo, el concejo más poblado de este valle, registró una tasa de 37,45.

En la comarca del Caudal, el concejo con peores resultados es Lena, con una tasa de mortalidad de 38,12 por cada 100.000 habitantes, mientras que Mieres se queda en 35,95.

Entre las enfermedades que el estudio del Principado de Asturias relaciona con el consumo excesivo de alcohol se encuentran tumores malignos de boca, labio o faringe, así como de esófago y laringe. También incluye trastornos mentales y comportamientos extraños ligados al alcohol y que desembocan en la muerte, cardiopatía alcohólica, cirrosis, gastritis alcohólica, polineuropatía y pancreatitis aguda y crónica. Además, el informe también recoge las muertes sucedidas en accidentes de tráfico en los que el conductor había ingerido bebidas alcohólicas, así como el envenenamiento accidental con alcohol y los suicidios derivados de esta adicción.

El principal riesgo de la adicción a las bebidas alcohólicas «es que tarda mucho en detectarse y, cuando se reconoce, puede ser tarde», señala Elizabeth Ortega, psicóloga del programa de tratamiento del alcoholismo organizado por la asociación «Buenos Amigos» de Mieres.

La experta asegura que «a día de hoy, el perfil del alcohólico ha cambiado mucho». «Antes, todo el mundo se imaginaba a un hombre de cerca de cincuenta años, borracho constantemente y con pocos recursos. Nada que ver con la realidad», añade Ortega. En este momento, la adicción al alcohol «no responde a ningún patrón, ni sexo ni edad ni condición económica». De hecho, el programa de tratamiento del alcoholismo de la asociación «Buenos Amigos» en su centro de Mieres cuenta con 20 usuarios. Entre ellos, personas de todas las edades (incluso jóvenes de 30 años que tienen un consumo de bebidas alcohólicas ligado al de otras drogas como la cocaína), de todas las condiciones económicas y de ambos sexos. El centro acoge a seis mujeres y catorce hombres, pero número de féminas que tienen que ser tratadas por esta adicción va en aumento.

«Hablamos de igualdad, pero una mujer tiene que demostrar cada día que es una súper madre, una trabajadora y ama de casa. En ocasiones, esta exigencia las lleva al consumo del alcohol, que sigue un patrón muy distinto al de los hombres», explica Ortega, que añade que la mujer, por lo general, prefiere «casi esconderse para consumir bebidas alcohólicas, lo hace a solas y es otro de los factores que dificulta aún más detectar la adicción».

Elizabeth Ortega hace hincapié en que el consumo del alcohol «se ve como algo muy común». «Todo el mundo se coge una borrachera, todo el mundo está achispado de vez en cuando y, en muchas ocasiones, incluso la familia tarda en darse cuenta de que hay un problema», añade. Además, la psicóloga advierte de que «se trata de una de las adicciones más complicadas de superar, precisamente por su alto grado de integración en nuestra vida social». En cambio, recuerda que «se trata de una droga, legal, pero sigue siendo peligrosa».

Otro de los referentes contra la lucha de la adicción al alcohol en Mieres es la oficina de la Asociación Alcohólicos Anónimos. De hecho, el grupo celebrará su séptimo aniversario en el concejo con un acto que está programado para el día 4 de febrero en el salón de actos del centro de Cajastur. Según lo previsto, a partir de las 18.00 horas, se celebrará una reunión pública en la que dos miembros del colectivo contarán su experiencia.

«El perfil del bebedor ha cambiado mucho y cada vez se detectan más casos en mujeres»

<Elisabeth Ortega >

Psicóloga experta en alcoholemia