Fuentes de Invierno (Aller),

C. M. BASTEIRO

La estación allerana de Fuentes de Invierno abrió ayer por primera vez en fin de semana esta temporada justo cuando se cumplían dos meses del inicio oficial de la campaña de esquí en Asturias. Lo hizo reuniendo a 709 usuarios. Algunos de ellos son incondicionales que esperaron a su apertura sin pisar otra pista asturiana, pero la mayoría ya habían esquiado en Valgrande-Pajares. El complejo lenense también vivió un sábado agitado, batiendo récord de asistencia esta temporada y reuniendo a 1.985 esquiadores. Son buenas noticias para los dos complejos que, hasta la llegada del temporal y la nieve, estaban viviendo una de las peores temporadas de la década.

La actividad en la estación de Fuentes de Invierno ya se apreciaba en el aparcamiento, donde los esquiadores se preparaban dentro del coche para no enfrentarse a las gélidas temperaturas. «Nos da igual el frío, teníamos muchas ganas de venir a Fuentes», explicaba Juan Sánchez, agarrando fuerte su tabla de «snow». Esperaba con entusiasmo la apertura de la estación allerana «porque nos resulta muy acogedora». Hablaba en plural porque iba con su amigo Miguel de Sárrega, que también reconoce que «tenía mucho mono de nieve».

A pesar de las ganas, se fueron pronto a casa. La estación ofreció espesores de entre 10 y 15 centímetros pero la calidad de la superficie esquiable «no es la más propicia para la práctica del snow, porque está muy dura», según explicaron los jóvenes poco antes de poner rumbo de vuelta a Gijón, donde residen.

Ellos se iban pero muchos usuarios aún estaban en camino. Alfonso Martínez y Cristina de Paz llegaron poco antes de mediodía. Los dos son «nuevos», según dicen, en el mundo de los deportes de invierno y esperaron a la apertura de la estación allerana para seguir practicando. «Hicimos un curso el año pasado, y nos gustó. Pero no hemos vuelto a practicar nada hasta hoy (por ayer), esperando a la apertura de Fuentes de Invierno, porque aquí nos sentimos más cómodos», explicó Martínez. De Paz bromeó con que «de tanto esperar, teníamos miedo de habernos olvidado de lo que aprendimos».

No fueron los únicos incondicionales que ayer estrenaron la temporada de esquí en Fuentes de Invierno. También Mario Díaz llevó a sus hijos ayer a la nieve por primera vez desde la apertura de la temporada. «Siempre venimos a Fuentes, porque es muy familiar», señaló mientras ajustaba las botas de los pequeños Marcos y Román. Los dos acuden a un curso de perfeccionamiento en la estación allerana. Comparten monitor con Mateo y Felipe, que caminan a toda prisa hacia la entrada de la estación con su padre, Pablo Nosti. Este gijonés también está «contento» por la apertura de la estación y asegura que los pequeños «no quieren ninguna otra». En cambio, cada año echa más en falta la nieve artificial. «Es como si la estación no estuviera completa, como si le faltara algo», señaló.

Es una visión que comparten los usuarios y algunos, como Pipo Camporro, se muestran más rotundos. «Si esta estación tuviera nieve artificial, habría estado abierta durante toda la temporada», señaló este gijonés. Las quejas de algunos esquiadores también se centraron en los accesos por carretera. Según el gijonés Alfonso Martínez, «hay tramos que están complicados y supongo que no los arreglan a la espera de culminar el Corredor del Aller, pero la obra se está alargando en exceso».

Con buenos accesos o sin ellos, las estaciones asturianas acogieron ayer a 2.694 esquiadores. Fuentes de Invierno ofreció 4,8 kilómetros en tres pistas a las que se accedió a través de dos telesillas, el telesquí Toneo y la cinta. En Valgrande-Pajares, los esquiadores disfrutaron de 5,4 kilómetros, repartidos entre 10 pistas. Se pusieron en marcha 4 telesillas y el telesquí de la Hoya, y las temperaturas rondaron los 8 grados bajo cero.

Las dos estaciones esperan mantener durante el día de hoy su oferta que, si se cumplen las previsiones de nuevas precipitaciones, podrá verse ampliada en los próximos días. Desde los complejos asturianos prevén que podría ser necesario el uso de cadenas para el acceso de vehículos.

Si todo marcha según lo previsto, este será el primer fin de semana completo en el que las dos estaciones de la región permanezcan abiertas desde la inauguración de la temporada invernal, hace ya dos meses. Valgrande-Pajares, que si cuenta con nieve artificial, abrió la campaña en Asturias. Por su parte, la estación leonesa de San Isidro ofreció ayer 6 kilómetros esquiables. Una oferta que espera mantener o mejorar a lo largo de la jornada de hoy.

«Hice un curso de esquí el año pasado y no he vuelto a practicar hasta que abrió la estación, tengo miedo de que ya se me haya olvidado»

<Cristina de Paz >

Gijón

«Teníamos muchas ganas de esquiar en Fuentes, pero la calidad de la nieve no es la mejor para la práctica de snowboard»

<Juan Sánchez >

Esquiador de Oviedo

«Cada año echo más de menos el sistema de nieve artificial, sin él es como si la estación estuviera incompleta»

<Pablo Nosti >

Esquiador de Gijón