Como política, también despuntó desde joven. En 1999, con 25 años, entró en el Ayuntamiento de Aller como concejal y, un año después, en 2000, se hacía con la presidencia del partido y la portavocía del grupo municipal del PP. No abandonó el cargo hasta el pasado mes de mayo. Además, como candidata popular en el concejo allerano, Mallada logró los mejores resultados en unas elecciones. A pesar de que no llegó a la alcaldía, logró igualar en número de concejales, siete, al PSOE, en los comicios municipales de 2007.

Mallada inició su relación con Hunosa, la empresa que presidirá a partir del próximo miércoles, hace 12 años. Comenzó trabajando en el departamento de Medio Ambiente de la hullera estatal, lo que la llevó a recorrer buena parte de las explotaciones mineras de la compañía. Los que trabajaron con ella en aquella época resaltan su carácter afable, sus ganas de aprender y su disposición para el trabajo, unas cualidades que la han acompañado durante toda su vida. Actualmente, trabajaba como ingeniera de explotación del Área Modesta, en el pozo de María Luisa (Langreo). Con anterioridad lo hizo en el pozo Carrio (Laviana). También ejerció su labor profesional en el departamento de Ingeniería y Proyectos.

Sus allegados la definen como una mujer muy sencilla y dialogante, y le auguran un gran futuro en la presidencia de la hullera pública. Sus compañeros en el PP de Aller aseguran que Tere «es una persona que escucha a la gente y pide opiniones para valorarlas y tenerlas en cuenta antes de tomar una decisión precipitada». Muy trabajadora, Mallada tiene un fuerte carácter «cuando tiene que tenerlo», sin por ello llegar a ser autoritaria. También afirman que es una mujer «nada rencorosa» y, sobre todo, muy perfeccionista. «Cuando quiere hacer una cosa trabaja como la que más para conseguir sus objetivos y en ese aspecto va a ser muy positivo para las comarcas mineras», aseguran sus compañeros.

Amigos y familia son los pilares fundamentales en la vida de Mallada. Casada en segundas nupcias y madre de dos hijos, entre sus aficiones figuran organizar comidas en su casa, bailar sevillanas -con éxito notable, según sus conocidos- y compartir el tiempo libre con los suyos. «Es una persona muy, familiar y muy amistosa», aseguran sus amigos íntimos, que la califican como una mujer «muy extrovertida, muy abierta y muy divertida». Mallada también tiene otras aficiones como el esquí, aunque actualmente la tiene bastante abandonada ya que entre su profesión, la familia, y la política, le queda poco tiempo.

El perfil dialogante y abierto que define a la ingeniera allerana será muy importante en su nuevo cargo, ya que la presidencia de Hunosa conlleva una responsabilidad no solo empresarial, sino también social, con unos territorios que desde hace años están sufriendo el impacto de la decadencia de la minería. La llegada de Mallada supondrá además un soplo de aire fresco para la hullera pública, ya que a sus 39 años, se convertirá no solo en la primera presidenta de Hunosa, un cargo desempeñado hasta ahora por varones, sino también la más joven. Además, esta allerana es la única de las tres ingenieras que actualmente tiene la empresa que desarrolla labores de interior, una tarea que los que la conocen consideran que seguirá haciendo pese a su alto cargo. «Se pateará todas las minas si hace falta», concluyen.