Pajares / Fuentes de Invierno,

Andrés VELASCO

Una negra temporada blanca. Así califican los empresarios de hostelería vinculados al turismo del esquí el recién clausurado curso invernal. Pese a que el Principado decidió ampliar la campaña el mes de abril, los negocios no han conseguido reponerse al pésimo arranque, en el que se perdieron el puente de la Constitución y las Navidades, y no hubo un gran fin de semana de esquí hasta la festividad de Carnaval. Resignados, los hosteleros miran ya hacia adelante y a la próxima temporada, con la única plegaria de que este año la nieve haga acto de presencia un poco antes.

Jesús Álvarez, copropietario del hotel-restaurante Cal Xabú, ubicado en la localidad allerana de Cuérigo, asegura que «desde mediados de febrero tuvimos un mes o mes y medio bastante buenos, tanto de ocupación como de visitas en el restaurante, algo que no esperábamos, y que nos ayudó a minimizar el golpe que supuso el arranque de campaña». El hostelero explica que la apertura de la estación allerana, que se produjo a comienzos de febrero, «fue muy tardía, y por ello nos perdimos lo mejor de la temporada». «Ese mes y medio de diciembre y los primeros quince días de enero fueron irrecuperables para la hostelería», asegura Álvarez, quien valora que es su caso puede hablar «de una primera parte del año desastrosa y una segunda buena, sorprendente, aunque en todo caso el resultado global sería malo». Sobre la extensión de la temporada durante tres fines de semana más de lo previsto, Fernández asegura que «es positivo, pero la pena es que hizo mal tiempo y apenas lo hemos notado».

En esa misma línea se expresó Nieves Suárez, la propietaria de Casa El Rápido de Felechosa: «Para mí fue una temporada de esquí mala, y alargarla no ha servido de nada, no por falta de voluntad, sino porque el tiempo no ha acompañado en absoluto». La hostelera allerana indicó que «los meses de febrero y marzo supusieron un leve respiro dentro de la tempestad que estábamos sufriendo por la pérdida de las seis primeras semanas de temporada, que son, junto con carnaval y Semana Santa, los platos fuertes para la hostelería».

En la otra vertiente, la de la estación de Pajares, la situación es idéntica. José Antonio García, el propietario del Hotel Santa Cristina aseguró que «en comparación con la temporada pasada y con algunas no muy recientes, ha sido muy mala, y el mal tiempo ha sido el que nos ha hecho la puñeta toda la temporada». García afirma que «conseguimos salvar febrero y dos semanas de marzo, y el resto del curso estuvo muy muy flojo», indicó el hostelero lenense, que ya mira a la próxima campaña: «Que llegue pronto y que nieve antes», deseó.

Si para los hosteleros asturianos la temporada que cerró ayer ha sido mala, en León la han calificado como «la peor» de los últimos 50 años. Según empresarios de la zona de acción de San Isidro, algunos negocios han tenido que cerrar debido a los pocos ingresos derivados de la mala temporada de esquí.

Con todo, ayer se clausuraba en Asturias una irregular temporada invernal, en la que se comenzó tarde a esquiar, pero de la que los esquiadores se despiden con nieve aún en las pistas.