Mieres / Langreo,

Julio VIVAS

La recesión económica afecta a todos los sectores y el ganadero no es una excepción. Las Cuencas han perdido en una década el 31,8% de sus explotaciones de vacuno. Si bien la historia de las comarcas mineras está más ligada a la industria, el sector ganadero también se ha hecho con un rincón en la economía de estos concejos, sobre todo en los más rurales. De ahí que ese avance o retroceso también sea importante para el desarrollo de la comarca.

Los diez concejos que integran los valles del Nalón y Caudal contaban hace una década con 4.543 explotaciones bovinas, según los datos que recoge la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos (Sadei). Con el paso de los años, esta cifra se ha reducido hasta 3.098 ganaderías de vacuno en 2011, dejándose por el camino 1.445. El decrecimiento no ha sido igual en todos los municipios y afectó más a aquellos bañados por el Nalón.

La localidad más afectada es Sobrescobio. El concejo más pequeño de las Cuencas, con menos de un millar de habitantes y casi sin industria, perdió el 42,5% de sus explotaciones. Porcentaje similar al de San Martín del Rey Aurelio, cuya reducción fue del 40,41%. En su polo opuesto está otro de los municipios más rurales, Riosa. También pierde, pero menos. Su descenso fue del 23,07%. En cuanto a los concejos más urbanos, Mieres y Langreo, donde hay explotaciones ganaderas, su rebaja osciló entre el 35,28% del primero y el 40,09% del segundo. Las pérdidas en el resto de las localidades se mantienen en torno a la media de las Cuencas. En Aller se reduce un 26,6%, mientras que en Caso la rebaja es del 32,5%. Laviana pierde un 30% de sus explotaciones bovinas, Lena el 27,8% y Morcin el 32,44%.

El efecto de la crisis en el sector se aprecia en muchos de los certámenes ganaderos que se desarrollan cada año en las Cuencas. Como ejemplo, la muestra de animales de libro genealógico que se celebró el pasado mes de diciembre en el recinto ferial de Mieres. La actividad, que reúne a ganaderos de vacuno de las razas Asturiana de la Montaña y Asturiana de los Valles registró un menor número de animales. Además, muchos de los ganaderos allí presentes se quejaban de que, a consecuencia de la crisis, cada vez se consumía más pollo y menos ternera.

Otro de los causantes de esta recesión en las explotaciones es el desinterés de los más jóvenes por iniciarse en esta profesión. Eso a pesar de que las voces más optimistas aseguran que puede suponer una salida a la crisis y al desempleo. Voces como la del concejal de Medio Rural de Mieres, Juan José Menéndez, quien había llegado a asegurar que «existen posibilidades de crecimiento dentro de este sector, ya que el concejo tiene una gran tradición en este ámbito, aunque sin llegar a las cifras de actividad de municipios cercanos». En su opinión, la ganadería «puede convertirse en una actividad a desarrollar por parte de emprendedores y jóvenes, ya que además contamos con distintas zonas de pasto para el ganado». El edil deja claro el respaldo que desde el Ayuntamiento se está ofreciendo a este sector, complementado además con la celebración de ferias y otros eventos. Esto no solo ocurre en Mieres, sino que la mayoría de los concejos de las Cuencas desarrollan a lo largo del año certámenes para potenciar la ganadería. No sólo la bovina, también la ovina y la caballar, con menor presencia en las comarcas mineras, pero que también son un sector a tener en cuenta.