Mieres / Langreo,

Andrés VELASCO

Si el carbón experimentará un crecimiento de aquí a 2035, según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, en sus siglas en inglés), el gas natural será la «estrella». Este combustible vivirá una época dorada durante el próximo cuarto de siglo, igualando su demanda a la del propio carbón, según las perspectivas del prestigioso organismo internacional. Además, en la memoria del informe anual de 2011 publicado por la entidad, se revela que a pesar de la incertidumbre existente sobre el crecimiento económico a nivel mundial, la demanda energética sufrirá una fuerte alza y aumentará un tercio entre 2010 y 2035.

La IEA es un organismo fundado en 1974, con los objetivos de «promover la seguridad energética entre sus miembros mediante una respuesta colectiva e investigar y analizar las posibilidades de garantizar una energía segura, asequible y limpia tanto a sus miembros como a terceros». Actualmente, la entidad está compuesta por 28 países, entre ellos España, Alemania, Estados Unidos, Corea, Francia, Polonia, Japón o Reino Unido, además de la Comisión Europea.

La Agencia Internacional de la Energía alerta, en su informe, de que no hay indicios que certifiquen que esté en marcha «el urgente cambio necesario en las tendencias energéticas mundiales», que según explica el organismo, deberían ir encaminadas a la reducción de emisiones de CO2 , unas emisiones que llegaron en 2010 a un nuevo récord tras una crecida en la demanda energética del 5%. Además, tanto el desastre nuclear de la central de Fukushima en Japón, como las revueltas en los países árabes, «han sembrado muchas dudas sobre la fiabilidad de la oferta de la energía», lo que para el organismo presagia «malos augurios para los objetivos acordados en materia de cambio climático». Los dos puntos claves del informe, además del avanzado ya por este diario respecto al incremento de consumo de carbón, radican en el encarecimiento del petróleo y la creciente demanda del gas natural.

Respecto al gas natural, el prestigioso organismo asegura que existen indicadores tanto en la demanda como en la oferta «que ofrecen unas perspectivas de un brillante futuro, incluso podría llega a ser 'la edad de oro' del gas natural». Según las previsiones de la Agencia, la demanda de gas igualará en 2035 a la de carbón, en buena medida por una mayor extensión de la utilización de este combustible en China, el país con más consumo energético del mundo. En todo caso, el documento advierte de que para llegar a la edad de oro del gas, no solo será necesario el incremento previsto de la demanda, sino que también «el sector tendrá que hacer frente a las políticas medioambientales en su producción».

En cuanto al petróleo, la IEA asegura que «las tendencias tanto en la demanda como en la oferta del crudo mantienen una gran presión sobre los precios», que a su vez, se incrementarán debido al aumento del consumo. En este sentido, las previsiones señalan que la demanda de petróleo crecerá de los 87 millones de barriles por día de 2010 a los 99 millones de barriles por día en 2035. Esto es debido en buena medida a que la perspectiva de incremento en el parque móvil mundial, que duplicará el número de vehículos existentes, llegando a los 1.700 millones. Además, el informe señala que pese a los «impresionantes avances logrados en el ahorro de combustible, especialmente en los automóviles en Europa y el transporte pesado en EE UU», los costes de para que estos sistemas (como los vehículos eléctricos) lleguen a ser competitivos, no hacen prever una disminución de la demanda de petróleo, sino todo lo contrario. Además, el informe asegura que los costes de producción del crudo serán superiores y por tanto habrá un fuerte encarecimiento. «Se avecina el fin del petróleo barato», señala la Agencia.