Langreo,

J. VIVAS

Renovarse o morir. Bajo esta consigna se enmarca el proyecto «BRC Super 1000 Eco» desarrollado por la empresa Bango Racing Cars, asentada en Valnalón. Se trata de un coche de competición ecológico, inédito en España, y que supone una salida para un sector que ha quedado gravemente perjudicado por la crisis.

«Intenté buscar un hueco en el mercado presentando algo diferente, ya que con la crisis bajaron mucho las ventas», explica Jesús Bango, responsable de la compañía. Tras conseguir la financiación, gracias a los fondos europeos Feder y otras ayudas, inició el proyecto hace año y medio. «Se trataba de hacer un coche de competición de una clase nueva, ya que ahora no encaja en ninguna de las que hay reglamentadas, aunque también estamos en ello», explica. La principal novedad radica en que el vehículo está dotado con un motor de bioetanol, mucho menos contaminante, de hecho, las emisiones de CO2 se reducen en un 90 por cierto con respecto a la gasolina.

En principio, el proyecto es un prototipo, pero la idea de Jesús Bango es llevarlo mucho más allá. «Queremos desarrollarlo completamente y después fabricar coches en serie, siempre para carreras, porque no podemos competir con los grandes fabricantes. Un artesano como yo, todo lo más que puedo hacer son veinticinco coches al año», explica. Una vez en el mercado, el precio de este vehículo rondará los 35.000 euros, «la idea es que el vehículo tenga buen rendimiento y no sea especialmente caro», apunta Bango. Más cuantiosos han sido los costes de su desarrollo, «cantidades muy respetables», afirma. Si embargo, este emprendedor no está solo, además de los fondos Feder, también está la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (Ficyt), la Universidad de Oviedo, Valnalón, Langreo Motor Club o el Ayuntamiento de Langreo, entre otros.

Emprendedor por naturaleza, Bango ya se lanzó al mercado hace diez años con la fabricación de los primeros vehículos de competición CM. Estos coches se caracterizan por llevar un motor de motocicleta que, sumado a su poco peso, hace que obtengan excelentes prestaciones. «Fuimos los primeros en fabricarlos en España e hicimos las gestiones para crear la clase y homologarlos en competición», subraya. Sin embargo, la crisis hizo que las ventas fueran bajando, «intentamos suplirlas exportando todo lo que podemos porque hemos perdido un 75 por ciento del mercado. Ahora sobrevivimos casi para cubrir gastos, por eso nos lanzamos hacia iniciativas como ésta».

El prototipo de Bango Racing Cars fue visitado ayer por el consejo de administración de Valnalón, presidido por Julio González Zapico, director general de Comercio y Turismo. González Zapico destacó que la iniciativa de Jesús Bango, «es un importante producto fruto del empeño, colaboración y cooperación, que demuestra además la fortaleza de la cultura emprendedora». En la misma línea se posicionó la alcaldesa de Langreo, María Fernández, quien destacó que «es un proyecto muy interesante, no sólo para Bango, sino para Langreo y Asturias».