Corigos (Aller),

L. CAMPORRO

Las obras de reparación del argayo de Corigos mantienen cortado el Corredor del Aller y el acceso a Cotobello, obligando desviar todo el tráfico del concejo por la antigua AS-112, salpicada de baches y curvas peligrosas. Los trabajos de reparación del argayo, que no estarán concluidos para esta Semana Santa, son complejos y tienen un coste de 382.970 euros que serán aportados por el Principado.

Para tratar de detener el movimiento de la ladera, se tienen que retirar cientos de toneladas de tierra y piedras de toda la parte resquebrajada, para seguidamente proceder a colocar bulones en la piedra, fijar mediante la proyección de hormigón a presión el terreno afectado y, finalmente, colocar una malla metálica que evite la caída de rocas sobre el asfalto de la vía. Asimismo, habrá que construir sólidos muros de hormigón en la parte superior e inferior del argayo, lo que hará que el cierre del Corredor del Aller se prolongue durante más de dos meses.

El desprendimiento se produjo el 24 de enero, pero se dio por controlado con una actuación de emergencia. Sin embargo, con las lluvias el argayo se agravó y cubrió un tramo de la carretera por completo.