Blimea / Pola de Lena,

L. M. D.

Los fieles del valle del Nalón fueron, el viernes por la tarde y por la noche, algo más osados que los del Caudal. Las dos procesiones que se celebraban en la comarca salieron con normalidad, aunque es cierto que la de Blimea acabó pasada por agua y la de El Condao (Laviana) fue más rápida de lo habitual, porque si bien el Cristo de la Cruz hizo el recorrido entre la capilla de San Vicente y la Iglesia, no se paró en ningún momento, no hubo Vía Crucis. En el Caudal, tanto en Boo (Aller) como en Pola de Lena, las procesiones se suspendieron, pero en su lugar se celebraron emotivos actos religiosos en sus templos.

En Blimea, cuando la procesión comenzó, a las nueve y cuarto, apenas llovía. La Virgen, caracterizada con el manto negro como la Soledad, partió desde la iglesia de Santa María de las Nieves y llevó a cientos de fieles en procesión. A mitad de camino la lluvia comenzó a caer de forma persistente, pero el paso concluyó con normalidad en la capilla de Nuestra Señora de los Desamparos de Sienra, a la otra orilla del río Nalón. En El Condao se sacó en procesión al Cristo, pero fue un paso rápido y el Vía Crucis se llevó a cabo en la iglesia.

En la comarca del Caudal, las malas condiciones climatológicas impidieron a los feligreses de Boo decidieron dejar a la Virgen y al Nazareno en la iglesia de San Juan Bautista. Algo similar ocurrió en Pola de Lena. La Virgen Dolorosa y el Cristo yacente se quedaron en el templo, que se llenó de fieles para escuchar la eucaristía y poder besar las imágenes. Para esta mañana está previsto que se celebre en Campomanes (Lena) el Santo Encuentro, último acto de la Semana Santa en las Cuencas.