La fiesta ascendió ayer hasta la cima del Monsacro con motivo de la celebración de Santiago. La niebla impidió a los centenares de asistentes contemplar las espléndidas vistas de este balcón natural sobre el centro de Asturias, pero la caminata tuvo recompensa en forma de música, juegos y productos de la tierra. No faltaron tampoco los actos religiosos en las capillas de esta montaña sagrada de más de mil metros de altura que guardó el Arca Santa según las crónicas medievales.

La asociación «So la Malena», formada por las mujeres de Morcín, se ha empeñado en potenciar esta romería milenaria que, desgraciadamente, había decaído en los últimos años. Con su esfuerzo y el apoyo del Ayuntamiento de Morcín la cita festiva ha recuperado su altura.

Los romeros que ayer ascendieron al Monsacro tras más de una hora de caminata -sólo unos pocos privilegiados pudieron ascender en todoterreno- no tuvieron tiempo para descansar entre acto y acto del programa festivo. Pequeños y mayores pudieron disfrutar de un gran día en familia. El programa comenzó a mediodía en la ermita de Santiago, monumento histórico artístico que se eleva sobre una planta octogonal, donde se ofició una misa en honor al patrón. Tras la celebración del acto religioso, se realizó el reparto del «bollu preñau», que no duró mucho en las manos de los hambrientos comensales. Las mujeres de la asociación ofrecieron una sabrosa comida casera a los allí presentes habilitando un servicio de bar en el «mayéu de les capilles». Frisuelos, casadiellas, bocadillos... el menú era tan apetecible que los asistentes no pudieron resistir la tentación de probarlo.

Tampoco faltó la música y los juegos tradicionales, como las cerreras de sacos, el tiro de cuerda, o las carreras de cintas a caballo. La mayoría de la gente, muy animada por la festividad, se atrevió a participar, nadie quería perderse un solo momento de diversión. Los más pequeños, que no pararon quietos en la explanada, también tuvieron la oportunidad de disfrutar de los juegos. «Yo llevo viniendo aquí muchos años, es casi como una tradición», afirmaba Anelis Gómez, vecina de Morcín, que acompañada de su perrita Tula disfrutaba de la fiesta. El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, lamentaba que el día no acabase de despejar, aunque se mostraba muy contento ante la presencia de tanta gente.

Por la tarde, la fiesta siguió su curso, y las mujeres integrantes de la asociación «So la Malena» honraron a su patrona, la virgen de la Magdalena, con una ofrenda floral en la capilla de abajo, la ermita de la Magdalena. La fiesta finalizó con un baile popular.

El Monsacro era una referencia para los peregrinos que acudían a San Salvador de Oviedo camino de Santiago de Compostela por haber sido refugio de las sagradas reliquias. Morcín quiere que siga siendo punto de atracción con una romería que data de finales de la Edad Media.