El aula didáctica El Molín de la Chalana (Laviana) cumplirá un año el próximo mes. Unas mil visitas pasaron por el molino desde que Alberto Begega lo inaugurara el 10 de agosto del año pasado. Las visitas que recibe son mayoritariamente de excursiones escolares. El número de personas que se acerca a ver como se realiza la elaboración de la harina es superior en los meses estivales. Sin embargo este mes de julio "está siendo bastante bajo, lo contrario a junio" comentó el propietario del molino Alberto Begega. A lo largo del año, el molino se ha mostrado en diversas ferias turísticos como Fitur, en Madrid. El propietario de la instalación lleva el molino de La Chalana a los eventos de promoción turística como atractivo cultural del municipio de Laviana.

El molino fue restaurado por completo gracias al programa Leader y a las ayudas recibidas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo. El rabil de escanda sigue siendo el mismo que tenía el molino de La Chalana antes de la restauración, aunque le falta una pieza de madera que imposibilita el funcionamiento. "Me encantaría hacer funcionar el rabil, tengo pendiente reponer la pieza que falta" señaló Begega. Todos los cereales -maíz, centeno y trigo- siguen el mismo proceso de molido excepto la escanda, puesto que es un cereal más duro y laborioso. El rabil es la herramienta que muele la escanda, quitándole el casco que envuelve el cereal. Antiguamente este proceso se hacía pisando este cereal con madreñas. El rabil situado en la parte baja del conjunto se mueve con agua. La escanda debe ser tratada "con esmero y paciencia". El cereal nace en una espiga que queda con un trozo de paja y las arestas. Éstas se queman para que quede el grano, que va adherido al casco. Es necesario quitar el casco con el rabil, para separar el cereal. La escanda es un cereal "primitivo", típico de Asturias, aunque ahora la gastronomía regional incluye otros cereales, como el maíz, como tradicionales. La escanda se dejó de sembrar tras la llegada de los cereales que facilitan el molido, y ahora sólo quedan cuatro reductos de escanda en España.

Begega siempre quiso recuperar el molino de la Chalana, que dejó de funcionar en el año 1983. Cuando visitó el Aula de la Miel de Peñamellera Alta fue cuando tuvo claro que recuperaría el molino que antes pertenecía a sus padres.