Lógica difusa para ser un consumidor responsable. El Centro Europeo de Soft Computing, con sede en el edificio de investigación del campus de Barredo, está trabajando en el proyecto europeo "NatConsumers". Se trata de un plan que busca el ahorro energético a través de la concienciación de los consumidores. Participan diez entidades de nueve países de Europa y el Centro de Soft Computing tiene por delante una gran responsabilidad. Un sistema desarrollado en Mieres tendrá que ayudar a segmentar a los usuarios y hacerles llegar las recomendaciones para mejorar los hábitos de consumo a través de un lenguaje adaptado a cada receptor.

El Soft Computing es una rama de la inteligencia artificial que trabaja en el diseño de sistemas capaces de interpretar la información imprecisa, incierta o incompleta. Es decir, que las máquinas lleguen a razonar como las personas. Gracián Triviño, investigador del centro europeo, lleva cinco años diseñando y perfeccionando un sistema capaz de describir en palabras fenómenos complejos. Y esa será su aportación en el proyecto "NatConsumers": "nuestro objetivo es que el sistema estudie la factura de los usuarios y detecte las mejoras que podría hacer en el consumo para ser más responsable", explicó el experto.

Con ese trabajo hecho, el centro de Mieres tendría que ocuparse de hacer llegar a cada usuario una recomendación adaptada a su forma de consumir. "La idea es que cada mes o cada dos meses, a través del teléfono móvil, se reciba un mensaje con una serie de recomendaciones para lograr ahorrar una media de cuatro euros en la factura eléctrica", destacó Triviño.

Puede parecer poco ahorro, pero no lo es. "Hay que tener en cuenta que si se lograra implicar al consumidor doméstico conseguiríamos un ahorro muy importante a nivel global", destacó el investigador. La red "NatConsumers" tiene previsto alcanzar a más de quinientos mil usuarios sólo en su fase inicial. Si todos siguieran las recomendaciones, el ahorro económico global sería de 1,6 millones de euros.

Atención al lenguaje. Persuadir a los usuarios no será tarea sencilla y, por eso, el Centro de Soft Computing tendrá que modular el mensaje: "No queremos que las recomendaciones suenen agresivas, ni que los usuarios se sientan vigilados", destacó Triviño. No están solos en la búsqueda de su objetivo. Los investigadores de "NatConsumers" mantuvieron un encuentro hace una semana en Budapest.

Fue la primera reunión de un proyecto que está incluido en el programa europeo para la financiación de la investigación e innovación "Horizonte 2020".El encuentro, explicó Triviño, sirvió para "reunir a representantes de los diez socios que forman el consorcio y debatir diferentes aspectos del proyecto y del plan de trabajo".