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Industria plantea recortar las pagas a los mineros que adelanten su prejubilación

La medida, que no afecta a Hunosa, pretende anticipar al próximo año el retiro de 500 trabajadores que deberían dejar su actividad en 2017 y 2018

Un minero arrastra una vagoneta en una explotación de la comarca del Caudal. J. R. SILVEIRA

La decisión de la Comisión Europea de tumbar el plan minero firmado hace casi dos años por el Ministerio de Industria, los sindicatos y la patronal del sector para el período 2013-2018 obliga a todos los actores a retomar una partida de ajedrez que una y otra vez acaba en enroque. El rechazo de Bruselas hace necesario revisar dos parámetros tan importantes como la producción y las plantillas que, a juicio de la UE, apenas decrecen en seis años pese al cierre de minas. El Gobierno central ya ha dado pistas sobre sus intenciones para mover ficha. Quiere que las empresas se definan con urgencia y claridad sobre su intención de seguir abiertas o no a partir del 1 de enero de 2019. Además, Industria pretende acelerar los plazos de prejubilaciones.

El objetivo es que unos 500 mineros del sector privado acepten dejar sus puestos el año que viene. Según las fuentes sindicales consultadas por este diario, sería en la mayoría de los casos a costa de asumir una rebaja, todavía sin definir, en sus percepciones económicas. La medida busca asegurar el futuro a corto plazo de los trabajadores de un sector que amenaza con desmoronarse. Los mineros de Hunosa no estarán incluidos en el adelanto de las prejubilaciones ya que tienen la cobertura específica del plan de empresa de la hullera estatal.

El Gobierno del PP también quiere que las empresas mineras digan ya, sin más demora, si pretenden seguir con actividad más allá de finales de 2018. En caso de ser así, Industria es partidaria de empezar a recortar las ayudas que reciben estas compañías, ya que la normativa europea establece que las minas que sigan abiertas deberán devolver las subvenciones percibidas.

Marco definitivo

José Vía, secretario de política industrial de USO, considera que no hay otra alternativa que tomar ese camino: "Las empresas no pueden seguir jugando al gato y al ratón, deben presentar ya una plan de viabilidad o, por el contrario, de cierre". Para USO "Estamos ante la oportunidad de definir el marco definitivo del carbón, estableciendo las empresas que siguen y las que cierran; lo que necesitamos ahora son empresarios serios".

Industria, según lo trasladado a los sindicatos, pretende saber qué empresas quieren seguir con actividad más allá de 2018 para remitir a Bruselas una previsión de producción más ajustada a la realidad. Esta medida se suma a la propuesta del adelanto a 2016 de la prejubilación de todos aquellos trabajadores de la minería privada que tuvieran derecho a ella a lo largo de los años 2017 y 2018. Se busca además alargar hasta 2020 la cobertura de dichas prejubilaciones pese a que el plan finalizará en 2018. La medida afectaría a 500 trabajadores. En Hunosa, está previsto que unos mil mineros se prejubilen en los próximos tres años.

En este clima de desconcierto, los sindicatos creen que lo primordial es que el Gobierno logre que las térmicas vuelvan a quemar carbón nacional: "Todo pasa por lograr que las eléctricas asuman sus compromisos", señaló ayer el responsable de minería de la Federación de Industria de CC OO, José Luis Villares. FITAG-UGT se expresó el viernes en la misma línea.

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