El estudio desarrollado por el observatorio económico Regiolab, formado por un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo, deja un panorama desolador para los valles mineros. El informe señala que los municipios de las Cuencas fueron los culpables de que la tasa de paro subiera en Asturias durante el segundo trimestre. Alcaldes y empresarios coinciden en señalar que si se pusiera en marcha las inversiones paralizadas, como el centro Stephen Hawking o el soterramiento de Feve, la situación laboral en las comarcas mineras daría un vuelco. De momento, los expertos del observatorio económico regional aseguran que el estado de los valles mineros, desde el punto de vista del empleo, "es preocupante". Basta con observar las tasas de paro de los dos principales concejos. Tanto en Mieres como en Langreo, el índice está por encima del 25 por ciento, cinco puntos por delante de la media regional. Datos que contrastan con los de Gijón, con un porcentaje de desempleados del 20,7 por ciento; y con los de Oviedo, del 19,3%.
El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, asegura no sentirse "sorprendido" por este informe. Para el regidor, el problema radica "en la falta de compromiso de las administraciones, tanto la regional como la estatal". Sánchez destacó que equipamientos como el Stephen Hawking, que se ubica en Barros y del que se desconoce cuándo podrá ponerse en marcha., "son una oportunidad de empleo de calidad". También hizo referencia el regidor al centro polivalente de mayores de Riaño, "en el que no tenemos constancia de actividad, suponemos que está pendiente del arranque del nuevo Gobierno regional".
Tampoco obvia el Alcalde "la situación de deterioro industrial que estamos viviendo en las comarcas mineras, fundamentalmente en la minería, cuya falta de actividad no está lastrando". y añadió: "Siempre hemos dicho que somos la zona más afectada por la crisis y no nos han hecho caso, parece que es necesario que un informe de la Universidad lo afirme para que se lo acaben de creer y se haga algo al respecto".
Postura similar la del alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, que considera que el alto desempleo que sufren las Cuencas, en general, y el municipio, en particular es fruto de varios factores, pero sobre todo de la falta de compromiso de las administraciones nacional y regional. "Estamos ante una prueba más que refleja una realidad, somos un territorio olvidado del que nadie se responsabiliza", resaltó. El dirigente de IU lleva tiempo reclamando actuaciones orientadas a la creación de empleo. De hecho, tras ser reelegido alcalde puso énfasis en la necesidad de poner en marcha planes de empleo para mayores de 50 años: "Hay mucha gente que está en una situación muy difícil, son jóvenes para jubilarse y demasiado mayores para que los contraten". Vázquez sostiene que las administraciones deben tender puentes laborales para que estas personas se puedan subir a un último tren. El alcalde de Mieres reconoce que los planes de reactivación no han dado los frutos apetecibles. Ahora bien, reclama iniciativas: "Hay que seguir buscando proyectos ya que no se puede asumir que el proceso de desmantelamiento industrial es irreversible".
Los empresarios de las comarcas mineras tampoco se callan. El comercio y la hostelería es ahora uno de los pilares que sustentan los castigados valles mineros. La Unión de Comerciantes del Caudal, presidida por Dolores Olavarrieta, considera que "todas las administraciones deberían hacer un esfuerzo para la generación de empleo". Ya que, "sin trabajo no hay recursos, y sin recursos, no hay consumo". El sector del comercio es el primero en caer en tiempos de crisis y también el primero en levantarse con la recuperación. Según la presidenta de la Unión de Comerciantes, "nos están vendiendo una mejoría que, al menos aquí, no se ve". En la Asociación de Comerciantes e Industriales del Valle del Nalón (Acoivan) también dan cuenta de que "muchas empresas se han ido, sobre todo las que tenían peso, como Duro Felguera, y otras de nuevas tecnologías, y lo peor es que la marcha de estas grandes hace que se vayan otras pequeñas", manifestó su presidente, Marcelino Tamargo. Esto podría acarrear que estas comarcas "se conviertan en ciudades dormitorio, en ese caso, deberíamos apostar por ofrecer un sector servicios de calidad, para evitar que también se marche la población".
