El informe apunta que la carretera de Pajares es mucho más peligrosa que la de la autopista del Huerna (AP-66), pero el bolsillo también importa. Es por eso que, durante los años de crisis, se ha visto incrementado notablemente el paso de vehículos (sobre todo camiones) por la vertiente lenense de Pajares. Los conductores buscan así evitar el peaje de la autopista que conecta Asturias con la Meseta, a un precio de 13,05 para vehículos ligeros. Un precio no apto para todos y que hizo que el tráfico se disparara durante los últimos años. Hablando en cifras, en 2013 se incrementó en un 8 por ciento el número de camiones por Pajares. La media diaria de vehículos se situó en los 4.000.

Es un fenómeno que creció como la espuma hasta 2014, cuando los datos del Ministerio de Fomento registraron también un aumento en el tráfico por el Huerna. Fue el primer año desde el inicio de la crisis en el que la autopista también crecía en desplazamientos de vehículos ligeros y pesados. Además, la entrada en vigor de un nuevo descuento en el peaje para camioneros también ha mejorado la situación: uno de cada cuatro profesionales del sector han cambiado la pronunciada subida de Pajares por la controlada pendiente del Huerna, a un precio más económico (una rebaja del v20 por ciento).

Los que más notan el tráfico por Pajares son los vecinos de la localidad lenense de Campomanes. La N-630 parte su pueblo por la mitad y deja incomunicados a los vecinos, que se ven obligados a cruzar sin semáforos ni ningún sistema que reduzca la velocidad de los vehículos. Hace unas semanas, anunciaron movilizaciones si la Administración central no mejoraba la seguridad vial en la zona. Hubo una respuesta rápida. Mario Arias, senador del PP, mantuvo un encuentro con los responsables vecinales solo un día después de la amenaza. Comprometió un semáforo y un paso de peatones para cruzar tranquilos.