"Deja que hablen los demás de mí, ahora estoy preparado", canta Javier Vallina en la canción "Cintas de cromo" de su segundo disco. La estrofa le viene como anillo al dedo, y es que este langreano, bajo el nombre de "Bueno", lleva dando mucho de qué hablar desde su primer trabajo en 2009, no solo por sus composiciones, también por su concepción de lo que es y debe ser la música: "El concepto de álbum se está diluyendo, hay que buscar fórmulas para vincular a la gente a la música, hay que darle un valor añadido a lo que ofreces". Una de sus máximas es cuidar el "envoltorio" y las letras, para crear "productos dignos". Recientemente ha reeditado junto al sello discográfico Astro su segundo trabajo "Perros, santos y refranes", que en diciembre de 2014, autoeditó con su propio sello NadaBueno. Ahora, está reponiendo fuerzas para enfrentarse al último trimestre del año después del verano.

Dos décadas de música a sus espaldas, muchas colaboraciones, dos discos en solitario y conciertos por toda España. Así se resume la trayectoria de Vallina que comenzó en 1995. Primero con "Los Mancos", después con "Lansbury", "Koniec", "Sister Morphine" y "Hotel Vaqueros", hasta que tomó las riendas de su vida musical y creó "Bueno": "Empecé en 2008 a grabar las canciones del primer disco y eso vino por la necesidad de no depender de nadie, porque a pesar de que tiene nombre de grupo, es un proyecto en solitario. Quería hacer mis propias canciones y no depender tanto de los demás". Fue así como en 2009 nació "9 canciones minúsculas, un huracán y un millón de lunares", un primer trabajo con el que consiguió romper moldes, y con una campaña promocional innovadora, quiso hacer saber al mundo que "Bueno" había llegado. Decoró a mano, con pompas de jabón y con la ayuda de Marta Rodríguez y Marcos Díaz de "Mimoum Creaciones", las portadas de 500 copias generando un mosaico de piezas únicas e irrepetibles. Fue una manera de vincular a la gente a su música para destacar en el panorama que están dibujando las nuevas tecnologías, en el que "eres una gota en el océano". Vallina añade que "la idea es seguir haciendo cosas así, innovando y reinventándose. No sé hacia donde irán los tiros y hacia dónde camina la música. El reto está ahí, son cambios sucesivos a los que hay que ir adaptándose. Lo mejor es seguir la pulsión natural de uno, centrarse en la parte artística, hacer un producto digno y esperar a que funcione, no vale solo con buenas ideas, necesitas inversión para que la gente te conozca, hasta entonces eres uno más". En todos estos años, ha compartido escenario con "Love Of Lesbian", "Delafé y las Flores Azules" y "Sex Museum", recorriendo con su música todo el territorio nacional. Ha pasado por Madrid, Barcelona, León, Sevilla, Granada, Córdoba y Zaragoza, entre otras ciudades.

Vallina reconoce que es difícil mantenerse a flote en el panorama musical asturiano: "Es bastante complicado. No corren buenos tiempos para la música, para el arte en general. En realidad, para todo el mundo. Las dificultades están ahí, quizás también por nuestra culpa, los músicos tenemos que intentar reivindicarnos, romper y hacer cosas diferentes, salir de la zona de confort en la que estamos a veces".

Sus referentes son clásicos, entre ellos The Beatles, The Rolling Stones, David Bowie, The Cure, y los españoles Radio Futura o Los Planetas, por mencionar algunos. "Al final, acabo haciendo un batiburrillo de cosas y no renuncio a acabar tocando palos extraños como rancheras o música latinoamericana", admite Vallina. Sin embargo, reconoce que su mayor influencia es la gente que le rodea: "Me doy cuenta de que lo que más te acaba influyendo es la gente con la que estás conviviendo. Cuando estuve con "Los Mancos" fue todo un proceso de aprendizaje. A veces tenemos la idea de querer parecernos a grupos gigantes como "Blur" o "Coldplay" y a mí lo que más me apetece es tocar con gente cercana que es de la que más aprendes. Se trata de cambiar el foco y mirar hacia aquí, ver quién nos entusiasma cuando coge la guitarra".

Por el momento, sigue inmerso en la promoción de "Perros, santos y refranes": "La idea ahora en verano era parar un poco a coger aire para ver cómo afrontar el último trimestre del año y darle más vida al disco. A la vista, tengo concierto el día 24 de agosto -mañana- en Avilés, en las fiestas de San Agustín, en la plaza Carlos Lobo. A partir de ahí, estoy intentando cerrar fechas para finales de año, sin nada concreto, a lo mejor hacemos Langreo y Oviedo y lo intercalamos con algunos conciertos que tengo pendientes en León y Galicia. Al ser una autoproducción es un proyecto que tienes que gestionar tú. Por eso tengo que ir por oleadas, es un trabajo de pico y pala". Con pico y pala, sus perros, sus santos y sus refranes, "Bueno" continúa su camino.